Hoy nos hemos
levantado con unas declaraciones de Cayo Lara en las que explicaba que
"A lo mejor somos nosotros los que tenemos que llamar al PSOE para
gobernar" (1) Algo que hasta hace muy poco tiempo podía parecer
quimérico, pero que no lo es tanto viendo las tendencias de las
encuestas de intención de voto. El domingo 13 de enero, el periódico El
País publicaba un sondeo de Demoscopia en el que reflejaba que la
diferencia entre la segunda fuerza política (PSOE) y la tercera (IU) de
18.8 puntos a 7.7 puntos. Así, el PSOE obtendría el 23,3% e IU el 15.6.
De repente, ni es tan quimérico, ni es tan impensable pensar que IU pueda convertirse en segunda fuerza política, lo cual le llevaría, además, a beneficiarse de los infames regalos que la Ley Electoral realiza a los del Bipartidismo, capaces ya de agrupar únicamente al 53.1% de los votantes. En noviembre de 2011 votaron 24.590.557 personas. Por una simple regla aritmética, y asumiendo de que esto es más complejo de calcular, la actual distancia entre PSOE e IU estaría en 1.893.473 votantes. Quedan dos años. Todo puede pasar, pero ya no resulta imposible pensar en ese escenario. Con el voto de miles de absentistas, descontentos con la izquierda, la distancia se reduciría ya mucho.
http://politica.elpais.com/politica/2013/01/12/actualidad/1358017058_376467.html |
De repente, ni es tan quimérico, ni es tan impensable pensar que IU pueda convertirse en segunda fuerza política, lo cual le llevaría, además, a beneficiarse de los infames regalos que la Ley Electoral realiza a los del Bipartidismo, capaces ya de agrupar únicamente al 53.1% de los votantes. En noviembre de 2011 votaron 24.590.557 personas. Por una simple regla aritmética, y asumiendo de que esto es más complejo de calcular, la actual distancia entre PSOE e IU estaría en 1.893.473 votantes. Quedan dos años. Todo puede pasar, pero ya no resulta imposible pensar en ese escenario. Con el voto de miles de absentistas, descontentos con la izquierda, la distancia se reduciría ya mucho.
La pregunta es sencilla. La formulé esta mañana en la red Twitter. Si IU rebasara al PSOE, ¿Creen que el PSOE apoyaría la investidura? o ¿Le daría el gobierno al PP?
Encontré un
número generoso de respuestas. Troleos aparte, aparecieron dos
tendencias diferencias: los que aprovechaban la pregunta para acusar a
IU de lo ocurrido en Extremadura, y los que daban por hecho que "no se
iba a permitir que IU gobernara en este país". Así, la mayoría
aventuraba un escenario griego, en el que los grandes partidos se
alinearían para evitarlo.
Yo relanzo esta
pregunta por varias razones: primero, porque permite hablar de política
y de programas de gobierno, y alejar un rato ese discurso del
apoliticismo y la desafección que tanto le interesa a los del
bipartidismo; segundo, porque ha de servir para que núcleos de
absentistas y esa jaula de grillos que somos a menudo en la izquierda
nos planteemos realmente si queremos intentar cambiar algunas cosas,
aunque las dudas sobre algunos aspectos de IU sean razonables, aunque
nos queden muchos matices que resolver; y, por último, porque estoy
convencido de que si esa distancia se reduce, todos los partidos, toda
la democracia de este país, se tendrá que quitar la careta para mostrar
lo que realmente son.
Por ejemplo, el
PSOE tendría que exponerse al abismo de aceptar un planteamiento de
Jefatura de Estado como el de Monarquía o República o de apostar por la
abolición del maltrato animal de una vez por todas, o al otro abismo, el
de caminar, por fin, junto a la derecha, sin miramientos, sin medias
tintas. Puede ser, en ambos casos, su desmembramiento definitivo.
Se harán muchas
lecturas de estas tendencias. Pero si continúan así, si esa distancia
se sigue reduciendo, cundirá el nerviosismo y tendremos que ver, vivir o
padecer el verdadero talante democrático de algunos. Hay quien piensa que antes de que gobernara en este país IU, sacarían de nuevo los tanques a la calle. ¿Lo creéis posible?
Este es un
escenario que me gustaría contemplar. Pero los de IU van a tener que
trabajar mucho. Los que no somos militantes de este partido, tendremos
que poner en una balanza si merece la pena aunar esfuerzos ahora más que
nunca, porque más que nunca es posible, o si seguiremos tirándonos los
platos a la cabeza. Por mi parte, la cosa está clara. He dirigido una
carta a quienes sienten esa desafección política
(http://elblogderaskolnikov.blogspot.com.es/2013/01/carta-la-desafeccion-politica.html). Y aspiro a convencer a uno, a dos, a diez, quién sabe.
(1) http://www.publico.es/448806/cayo-lara-a-lo-mejor-somos-nosotros-los-que-tenemos-que-llamar-al-psoe-para-gobernar