Cuando se conoció su visita al mall, que un día fue propiedad del empresario Mohammed Al Fayed, se levantó una gran polémica. Pocos vieron bien que doña Sofía consumiera fuera de España. Mucho más, teniendo en cuenta las dificultades por las que atraviesan especialmente los pequeños comercios. En cambio, la Reina, que no da puntada sin hilo, se aseguró de que algunos de los productos fueran made in Spain. Y así lo hizo. Curiosamente, Jaime de Marichalar, quien un día fue su yerno y exmarido de la infanta Elena, es miembro del consejo de administración de esta firma de lujo creada por Enrique Loewe, un español de origen alemán, en 1846.
A pesar de que doña Sofía no tuvo inconveniente en gastarse 1.300 euros en tan sólo un cuarto de hora, en esta ocasión quiso ahorrar en la cuestión de alojamiento en su visita a Londres. No pernoctó en el lujoso hotel de cinco estrellas Claridge’s, en el que ha confiado desde hace años. Lo hizo en un hotel mucho más modesto, perteneciente a una cadena española, el Meliá White House, cuyo precio por noche ronda los 380 euros, cifra que dista mucho de la que viene desembolsando habitualmente en el Claridge’s: en torno a los 2.000 euros por noche.
Fuente: www.vanitatis.com