Imagen ilustrativa.
El insólito hecho tuvo lugar en
Alemania. Un anciano abandonó la clínica donde estaba internado y se
dirigió hasta una cervecería para festejar su aniversario número 94. Sin
embargo, antes de cumplir con su deseo, un sujeto lo acercó hasta la
policía porque tenía en su brazo una jeringa enganchada.
Un hombre de 94 años se escapó de un hospital de
Múnich para celebrar a su aire el cumpleaños en una de las mayores
cervecerías de la capital alemana de esta bebida, indicó este jueves la
policía.
El jubilado se encontraba el miércoles en una estación de metro cuando llamó la atención de un transeúnte, intrigado por una jeringuilla que tenía clavada el anciano en el brazo izquierdo.
Acompañó al anciano, un tanto confuso, a las autoridades del metro, que llamaron a la policía. “Tras varias llamadas telefónicas resultó que el jubilado se había fugado de una clínica”, indicó un comunicado policial. “Reconoció que se dirigía a una gran cervecería para celebrar sus cumpleaños”, añadió.
Según la policía, fue acompañado a su clínica y los médicos le autorizaron a tomarse una buena cerveza.
El jubilado se encontraba el miércoles en una estación de metro cuando llamó la atención de un transeúnte, intrigado por una jeringuilla que tenía clavada el anciano en el brazo izquierdo.
Acompañó al anciano, un tanto confuso, a las autoridades del metro, que llamaron a la policía. “Tras varias llamadas telefónicas resultó que el jubilado se había fugado de una clínica”, indicó un comunicado policial. “Reconoció que se dirigía a una gran cervecería para celebrar sus cumpleaños”, añadió.
Según la policía, fue acompañado a su clínica y los médicos le autorizaron a tomarse una buena cerveza.