Por su parte, casi todas las mujeres reconocen la importancia del desempeño por encima de cualquier escala, aunque sus propios comentarios hayan causado una especie de trauma en la psiquis masculina, con eso de que “entre más grande mejor”.
Hay relaciones sexuales en las que la mujer desconoce la permanencia del miembro masculino en su interior, y otras en las que el dolor no permite que aparezcan las buenas sensaciones. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la mujer no se “enamora” del tamaño del pene sino que se apega a lo que le tocó y trata de sacarle el mejor provecho.
Es importante resaltar que una relación no sólo contiene una penetración de pene, pues también existen los dedos, la lengua, los juguetes sexuales; además de los besos, las caricias; incluso, con sólo hacer el petting (cualquier tipo de caricias) se puede llegar al orgasmo.
Lo mejor que podemos hacer por las damas y los caballeros es orientarlos asertivamente para hacer que eso que se ve pequeño se sienta grande, y eso que se ve grande se sienta bien. Presentamos algunas posiciones según tu tipo de pene para que, sin importar el que haya sido tu dote de la naturaleza, la complazcas sin medida.
Si tu pareja tiene el pene pequeño, la mejor postura que pueden hacer es la de los “pies al hombro”. En ella la mujer debe recostarse sobre su espalda y el hombre ubicarse de rodillas con el torso hacia delante, frente a ella. La mujer levanta las piernas y las apoya sobre los hombros del chico. Esta posición permite una penetración muy profunda y total control por parte del hombre, por lo que es ideal para penes pequeñitos. También puede aprovecharse un pene pequeño para practicar, como alternativa, el coito anal, porque resultará más placentero hacer esta práctica con un miembro pequeño que con uno grande.
La mayoría de los hombres tiene un pene de tamaño medio. La postura ideal es la del perrito. Es una postura clásica y fácil de realizar, perfecta para entregar el mayor placer tanto al hombre como a la mujer. Por si no la conoces, la mujer debe apoyarse sobre sus manos y rodillas (como un perro) y el hombre, de rodillas, la penetra desde atrás. Es una postura que permite una penetración bastante profunda.
Los penes grandes están sobrevalorados porque también pueden causar dolor durante la penetración. Para evitar cualquier molestia, la mejor postura es la de la mujer arriba pero al revés, es decir, dándole la espalda a su pareja. El hombre se tumba en la cama sobre su espalda y la mujer se sienta encima de él, con las piernas abiertas y mirando hacia los pies de él. Es una posición muy excitante y permite que la mujer tenga el mayor control, regulando ella la profundidad de la penetración.
Si tu pene es muy grande hay una postura que le permitirá a la mujer disfrutar sin dolor. La mujer se recuesta sobre su espalda, el hombre se ubica frente a ella y pone las piernas de ella sobre sus hombros. La mujer levanta la parte baja de su espalda y trata de pegarla a los genitales del hombre. Esta posición es ideal para penetrar tan solo la punta, el placer de ambos será muy grande puesto que ella disfrutará de un mayor contacto en las terminaciones nerviosas de la entrada de la vagina, sin el dolor que conlleva una penetración total, y él disfrutará del roce de la zona extrema (el glande, donde el hombre tienen mucha más sensibilidad). La penetración se podrá controlar en todo momento sin problemas.
Penes del mundo
De acuerdo con el sitio elgráfico.mx, los africanos tienen en promedio los penes más grandes con 17.93 centímetros, seguidos de los ecuatorianos con 17,53.
México, por su parte, cuenta con un promedio de 15,68 centímetros. El país donde están los ciudadanos con el pene más chico es Corea del Sur, donde alcanzan los 9,66 centímetros durante la erección.
Estadísticas
En una encuesta realizada entre 52,031 hombres y mujeres heterosexuales, 66% consideraron al pene como de tamaño promedio, 22% como grande y 12% como pequeño. Un 85 % de mujeres estaban satisfechas con el tamaño del pene de su pareja, aunque sólo 55% en el caso de los varones y de estos 45% deseaban que fuera más grande y 0.2% que fuera más pequeño.
Los varones que consideraban a su pene grande también estimaban su apariencia como más favorable. Se pensó que la mejor autoestima influiría en la visión del pene como más grande.
Las desventajas ¿existen?
El mayor inconveniente viene es la parte psicológica y social, pues está arraigado el mito de que los hombres con pene grande son mejores en la cama.
Cabe destacar que diversos estudios han demostrado que ni el tamaño ni la forma están relacionados con la masculinidad y la capacidad reproductiva.
Los sexólogos recomiendan aceptarse, si se tiene alguna disfunción acudir al médico o a terapia, no darle mucha importancia al tamaño, aprender a vivir con lo que se tiene y, sobre todo, disfrutar.
Los medios, medicinas y demás tratamientos de aumento no son verdaderamente eficaces, solo buscan a través de la publicidad hacer creer que tienen la solución perfecta y lo que hacen es aumentar el poder del mito. Aunque existen implantes de pene que dicen ser buenos, cada persona debe vivir su sexualidad de forma subjetiva y diferente, ya sea con pene grande o pequeño.
¿Cómo evaluar el problema?
Al ver a un paciente que consulta por este problema se debe determinar cuál es la preocupación principal. ¿El pene flácido o erecto o su grosor es lo que más interesa al paciente? ¿Cuál es la motivación de la consulta?
Para esto se toma una historia médica y psicosexual integral. Los temas puntuales a ser examinados tienen que ver sobre la apariencia y la imagen del cuerpo. y específicamente investigar si se trata de un trastorno somatomorfo.
Resulta útil indagar en las creencias, valores y conductas sobre los genitales y la sexualidad ¿Cómo esto afecta a la persona? ¿De qué se siente incapaz? ¿Puede desvestirse en un baño público? ¿Puede orinar en presencia de otras personas? ¿Puede bañarse en una piscina y participar en actividades deportivas? ¿Evita reunirse con una persona que puede ser una pareja potencial? Conviene desarrollar un perfil psicológico del consultante, evaluando su auto confianza, autoestima, calidad de vida, ansiedad social y estrés.
Físicamente, evaluar las características corporales, examen genital detallado, descartar malformaciones genitales (hipospadias, epispadias, enfermedades de Peyronie). También si existe mucha grasa en la región suprapúbica.
Medir la longitud del pene en estado flácido, extendido, grosor del pene flácido. Valorar las dimensiones del pene erecto mediante una inyección intracavernosa de aprostadil, midiendo longitud y grosor. Finalmente determinar las características sexuales secundarias para determinar posible problemas endocrinos.