No apures el trámite que no es lo más importante (Imagen ilustrativa).
Según un estudio yanqui, aquellas
parejas que se tomaron un considerable tiempo para tener sexo tuvieron
éxito a largo plazo. En cambio, las que no se aguantaron las ganas
fueron más propensas a pelearse por no llegar a conocerse bien.
Un estudio de la Universidad de Cornell (Estados
Unidos) y publicado en el Journal of Marriage and Family, señala que las
relaciones que se inician lentamente acaban siendo más satisfactorias
en el futuro.En este sentido, indica que aquellas parejas que esperan más para tener relaciones sexuales suelen ser más felices a largo plazo. Al postergar el sexo, las parejas tienen más tiempo para llegar a conocerse en profundidad y darse cuenta si son compatibles.
En cambio, aquellas que comienzan a tener actividad sexual nada más conocerse son más propensas a tener problemas después. “El noviazgo es un tiempo para la exploración y toma de decisiones acerca de la relación, cuando los miembros evalúan la compatibilidad, hacen compromisos y se basan en la intimidad emocional y física”, explican los autores.
“Por el contrario, si se precipitan al tener relaciones sexuales interrumpen este proceso, preparando el escenario para el desligamiento en lugar de la unión”, añaden. Para llegar a esta conclusión, los investigadores pidieron a 600 parejas casadas y que convivían, decir cuán felices estaban juntos.
Se les preguntó cómo se sentían respecto a la relación, su grado de compromiso, lo involucrados que estaban, cómo era su comunicación, con qué frecuencia discutían, su preocupación por el dinero y su nivel de satisfacción sexual.
Además, se les consultó cuánto tiempo habían esperado antes de tener encuentros sexuales. De este modo, descubrieron que alrededor de un 33 por ciento de los hombres y las mujeres dijeron que habían tenido relaciones sexuales durante el primer mes de noviazgo, mientras que el 28 por ciento había esperado por lo menos seis meses.
El análisis de los datos mostró que las mujeres que habían esperado a tener intimidad eran más felices, pues aquellas que esperaron 6 meses tenían mejor puntuación -incluso en el plano sexual- que quienes tuvieron un encuentro íntimo durante el primer mes.
Con hombres, la diferencia era menor. No obstante, los que más esperaron a tener sexo se peleaban menos con sus parejas. Según el estudio, “un fuerte deseo sexual puede impedir el desarrollo de otros ingredientes clave de una relación sana, tales como el compromiso, la comprensión mutua y valores compartidos”.
“A veces se confunde el sexo con el amor y algunas parejas pasan por alto los aspectos problemáticos