(Imagen ilustrativa-archivo)
Un cristiano evangélico, empleado de una
empresa de cerveza, recibió un pago de 25 mil dólares porque "sufría"
bailes de striptease y películas pornográficas en su lugar de trabajo.
Según el "damnificado", era su supervisor quien lo obligaba a incurrir
en esos actos.
AmBev, la empresa de bebidas más grande de América
Latina, deberá pagarle 25 mil dólares porque un supervisor lo obligaba a
ver porno mientras le hacían un striptease.
AmBev, la unidad brasileña de la compañía Anheuser Busch InBev, tendrá que pagar la cantidad debido a la vergüenza y acoso que sufrió el afectado, dictaminó el máximo tribunal laboral de Brasil en un fallo que difundió el lunes en su portal de internet.
Según la autoridad laboral, los incidentes con prostitutas ocurrieron al menos en 10 ocasiones en 2003 y 2004.
De acuerdo con el fallo, en algún momento, el empleado fue atado en su trabajo y obligado a ver películas pornográficas, mientras que una bailarina le hizo un espectáculo de striptease en la oficina.
En el comunicado se describe al empleado como un cristiano evangélico casado. Y el supervisor del empleado utilizaba los servicios de prostitutas como parte de un programa de incentivos para recompensar a los vendedores que alcanzaban los objetivos de la firma.
Por su parte, AmBev señaló en un comunicado que los “casos antiguos” no reflejan el funcionamiento diario de la empresa y agregó que “pregona el respeto y valora el trabajo en equipo”.
AmBev, la unidad brasileña de la compañía Anheuser Busch InBev, tendrá que pagar la cantidad debido a la vergüenza y acoso que sufrió el afectado, dictaminó el máximo tribunal laboral de Brasil en un fallo que difundió el lunes en su portal de internet.
Según la autoridad laboral, los incidentes con prostitutas ocurrieron al menos en 10 ocasiones en 2003 y 2004.
De acuerdo con el fallo, en algún momento, el empleado fue atado en su trabajo y obligado a ver películas pornográficas, mientras que una bailarina le hizo un espectáculo de striptease en la oficina.
En el comunicado se describe al empleado como un cristiano evangélico casado. Y el supervisor del empleado utilizaba los servicios de prostitutas como parte de un programa de incentivos para recompensar a los vendedores que alcanzaban los objetivos de la firma.
Por su parte, AmBev señaló en un comunicado que los “casos antiguos” no reflejan el funcionamiento diario de la empresa y agregó que “pregona el respeto y valora el trabajo en equipo”.