Vía:Elmundo.es
Un plató. Es la primera vez que Nacho Vidal actúa frente a las cámaras.
El calor de los focos, un pitido que sale de algún aparato del equipo,
y, de repente: sssssht. ¡Prevenidos! No le dio palo, dice, verlos a
todos igual que él: completamente vestidos.
Fue la primera vez que la película en la que participaba no era porno,
claro. "Al final de la escena acababa preguntando: '¿Cuándo follamos?' Y
pensaba que me había equivocado de rodaje. A mis compañeros siempre les
decía que el trabajo que habíamos hecho durante todo el día, en una
película porno es el mismo pero además te toca follar".
No se encontraba del todo mal allí y por eso decidió repetir. Hizo una
segunda, y una tercera y una cuarta. Este mes estrena 'Impávido' de
Carlos Therón. Una cosa deja clara: "No porque haya hecho algo en cine
convencional voy a dejar la pornografía. Eso no va a pasar en la vida".
"No he decidido participar en absolutamente nada. Me han llamado para
hacer según qué papeles y según qué momentos. Creo que con la nueva
película nadie se va a ir del cine diciendo 'qué malo es Nacho Vidal'.
Creo que van a decir: 'Qué malo tan bueno es Nacho Vidal'".
Este fin de semana visita Valencia para recibir de la cartelera Turia un
galardón a toda su carrera cinematográfica: por la que se le conoce. La
porno. "Podría enseñarle a más de uno cómo funciona la pornografía, en
este país y en el mundo entero. Esta carrera no se ha acabado,
simplemente se ha diversificado. Yo ya estoy hasta la polla de ser Nacho
Vidal. Hasta los cojones. Se supone que porque sea Nacho Vidal tengo
que ser de una determinada forma siempre. Soy uno más: con mis amigos,
el mejor amigo; con mi familia, el mejor padre o el mejor hijo; y en mi
trabajo, solo un profesional".
Sea porno o no porno, a Nacho Vidal el trabajo le parece el mismo. "Hay
que transmitir". En el caso del porno, "un sexo muy real, que no se vea
un pito duro sin pasión. Cuando salió la viagra había mucha gente que la
tomaba, hay otra gente que se inyecta en el pene... verdaderas
barbaridades. Y eso en televisión queda muy robótico. Se necesita un
nivel de testosterona muy alto y tienes que estar muy entregado a la
tía. Eso se ve luego".
Además de seguir dedicado al cine porno, como actor y productor, de
haberse acercado al cine convencional, Nacho Vidal ha promocionado
últimamente un vigorizante masculino, una fragancia cuyo envase es una
réplica de su pene ("no puede tener rotura ninguna porque lo probamos
antes de
ponerlo a la venta", explica, por si a alguien le da por usar el frasco como dildo), está a punto
De rematar un documental de una hora sobre su vida (una adaptación de
las memorias que ya publicó) y ultima la puesta en marcha de su
particular 'mansión Playboy' en Enguera.
"He puesto un sistema de cámaras de seguridad para que cualquiera, desde
mi 'web', pueda ver qué hago en mi casa. Allí siempre hay dos o tres
tías. Todo gratis. Con eso consigues atraer a la gente todos los días a
ver qué estás haciendo y creas un tráfico. Tráfico quiere decir dinero.
En el momento tienes uno o dos millones de visitas diarias, te da un
'power' que ni el 'reality show' más visto consigue. Es una locura. Se
trata de ofrecer cosas gratis para que los que paguen sean quienes
quieren meter publicidad".
Dice Nacho que Nacho es al porno lo que Mickey Mouse a los dibujos
animados, Hulk Hogan a la lucha o Superman a los superhéroes. Así que
fantasías por cumplir no le queda ninguna. "Shakira siempre está ahí,
pero está con Piqué, así que creo que no...".