Los opositores vinculados con cargos del PP o de la propia diputación de
Valencia que en su día aprobaron con notas muy altas el primer examen
de las oposiciones convocadas por la corporación provincial para cubrir
diez plazas de auxiliares de recaudación no han tenido tanta suerte en
la nueva prueba. Los aspirantes, que UGT vinculó con nombres y apellidos
al PP, bien no se han presentando al examen, bien han suspendido, según
la relación de notas a la que ha tenido acceso este diario.
El
escándalo de las oposiciones de la diputación estalló el año pasado
cuando los sindicatos UGT y CC OO denunciaron presuntas irregularidades
en la primera prueba escrita de la oposición al comprobar que al menos
siete personas vinculadas al PP o a cargos de este partido figuraban
entre los aprobados. En el punto de mira de las sospechas se situó el
entonces diputado responsable de la Imprenta Provincial y alcalde de
Chiva, José María Haro. Cuatro personas de su municipio lograron las
notas más altas, algunos de ellos después de haber suspendido con ceros
pruebas similares en otras oposiciones. La fiscalía llegó incluso a
tomar declaración como imputado al jefe de la Imprenta, Javier Montero,
cuya cuñada estaba en el reducido grupo de aprobados. A diferencia de
otros procesos, los cuadernillos del examen tipo test se imprimieron en
la Imprenta provincial y no en el servicio de reprografía de la
institución.
Ante la polémica suscitada, el Gobierno de Rus optó por
paralizar el proceso y dejó en suspenso la convocatoria de la segunda de
las pruebas de la oposición. Rus se comprometió a abrir una
investigación interna para aclarar el proceso. La Fiscalía acabó dando
carpetazo al asunto al no encontrar pruebas de la supuesta filtración.
Con
todo, la diputación decidió repetir la prueba escrita. Unos 172
personas concurrieron a la nuevo examen, sin embargo, algunos de los
señalados en su día por la FSP-UGT directamente han optado por no
intentarlo de nuevo. Y eso, a pesar, de que obtuvieron notas muy altas.
Otros
sí lo han intentado, pero en esta ocasión con escaso éxito. Es el caso
de un hermano de un asesor de Juan Cotino -sacó un 9,6 en el examen
suspendido y un 2,9 en el repetido- o de Julio Balbastre, que se
integró en las listas municipales del PP en Mislata. El 9,22 obtenido en
la primera prueba se ha convertido en un 1,75. Otros opositores que el
sindicato vinculó con el diputado provincial José Maria Haro han
renunciado.
La repetición de las pruebas se ha realizado con total
discreción por parte de la diputación de Valencia. En febrero de este
año, el tribunal de selección decidió formalmente anular la prueba -un
test de cien preguntas- y avisó uno a uno a los interesados por carta.
En concreto, a aquellos que estaban en la lista definitiva de admitidos.
Al margen de la cuestión judicial, la sensación de que el examen se
podía haber filtrado llevó a muchos de los aspirantes a presentar
recursos.
Aunque la fiscalía cerró la investigación, lo cierto es que
la decisión del tribunal de anular la prueba da la razón a los
sindicatos que destaparon las irregularidades. La oposición también se
hizo eco del escándalo.