Padres del techno y el house, los alemanes tuvieron la osadía de publicar este majestuoso álbum cuando el punk estaba en su apogeo. Sus elegantes sintetizadores eran la antítesis del ritmo acelerado, machacón y guitarrero (como dirían los Petersellers) que partía la pana, pero aún así lograron mejor que nadie tender puentes entre la electrónica y el pop. Minimalista, robótico, conmovedor, exquisito... y uno de los más influyentes de la historia.
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