También conocido como "rueda de la Albolafia", se encuentra cerca del Puente Romano y enmarcado en el espacio natural de los Sotos de la Albolafia.
Es
el más antiguo de todos los que se encuentran existentes en la zona de
la ribera de Córdoba y su historia es tan relevante, que aparece en el escudo de la ciudad desde el siglo XIV, junto con la Mezquita y el Puente Romano.
Fue declarado en 2009 Bien de Interés Cultural.
Entre
sus restos edificados se perciben un arco de factura mudéjar y el
arranque del acueducto que transportaba el agua a las vecinas huertas
del Alcázar. La noria con cangilones de barro es una réplica reciente de la primitiva.
Cuando llegó Fernando II de Castilla a Córdoba, mandó la entrega de una rueda de moler al Obispo de Cuenca, otra a Tello Alfonso y las dos últimos a Alfonso Téllez, por lo que pasó a llamarse "Molino de Don Tello".
Como ya había dicho antes, la función principal fue la de proveer agua de riego a las huertas del Alcázar, aunque más tarde se convierte en molino harinero o batán.
Durante los siglos XIV y XV tuvo cinco ruedas de moler: 2 pertenecientes a la Iglesia Mayor y las 3 restantes a miembros de la Oligarquía Local.
En 1492, Isabel la Católica ordenó desmontar la noria al no soportar el ruido que producía.
El aspecto exterior del molino permaneció prácticamente invariable entre los siglos XVI y XIX.
Fue desamortizado en 1855 y en 1914 fue embargado por Hacienda, pasando a ser del Estado.
En 1965 pasó a ser del Ayuntamiento de Córdoba, cuyo alcalde de aquel momento era Antonio Guzmán Reina, que éste mandó al arquitecto Féliz Hernández reformar el complejo en ese mismo año debido al estado total de abandono, quien retornó la gran noria a su lugar original.
La última intervención se llevó a cabo en 1992, tras sufrir un incendio, cuando se reconstruyó la noria y se aprovecharon las obras para excavar la base del molino y dejar al descubierto los canales de paso de agua.
HISTORIA
Tiene su origen en el Imperio Romano, aunque por el aspecto que presenta proviene de una restauración del siglo IX por Abderramán II.Cuando llegó Fernando II de Castilla a Córdoba, mandó la entrega de una rueda de moler al Obispo de Cuenca, otra a Tello Alfonso y las dos últimos a Alfonso Téllez, por lo que pasó a llamarse "Molino de Don Tello".
Como ya había dicho antes, la función principal fue la de proveer agua de riego a las huertas del Alcázar, aunque más tarde se convierte en molino harinero o batán.
Durante los siglos XIV y XV tuvo cinco ruedas de moler: 2 pertenecientes a la Iglesia Mayor y las 3 restantes a miembros de la Oligarquía Local.
En 1492, Isabel la Católica ordenó desmontar la noria al no soportar el ruido que producía.
El aspecto exterior del molino permaneció prácticamente invariable entre los siglos XVI y XIX.
Fue desamortizado en 1855 y en 1914 fue embargado por Hacienda, pasando a ser del Estado.
En 1965 pasó a ser del Ayuntamiento de Córdoba, cuyo alcalde de aquel momento era Antonio Guzmán Reina, que éste mandó al arquitecto Féliz Hernández reformar el complejo en ese mismo año debido al estado total de abandono, quien retornó la gran noria a su lugar original.
La última intervención se llevó a cabo en 1992, tras sufrir un incendio, cuando se reconstruyó la noria y se aprovecharon las obras para excavar la base del molino y dejar al descubierto los canales de paso de agua.
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