El pasado sábado tuvo lugar un desagradable incidente en la conocida tienda de muebles de nacionalidad sueca Ikea instalada en un municipio cercano a la ciudad Asturiana de Oviedo.
Un cliente fue expulsado de la tienda después de haberlo pillado haciendo sus necesidades en uno de los baños de exposición. Ikea decidió no denunciar al cliente, pero le ha denegado el acceso a cualquiera de sus instalaciones. “Llevaba 20 minutos con un dolor de estómago impresionante. Intenté buscar un baño pero aquello es un laberinto y no tuve más remedio que hacerlo donde pude”. La planta entera de Ikea tuvo que ser desalojada por el fuerte olor por lo que la tienda estima unas pérdidas de alrededor de 130.000€. “No vamos a tomar medidas legales contra el cliente, pero solicitamos por favor que no vuelva a aparecer en ninguna de nuestras instalaciones”, explica Jordi Muñoz, director de comunicación de Ikea.
El baño donde el señor hizo sus necesidades tuvo que ser destruido y la tienda Ikea de Oviedo se mantendrá cerrada en torno a dos semanas, tiempo necesario para su descontaminación.
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