A través de un estudio realizado en el transcurso de cinco años, elaborado por el diario Comunicaciones Naturales, se reveló cómo los grupos y comunidades virtuales son un importante factor para las personas y su estilo de vida. Específicamente, se comprobó cómo la interacción entre amistades digitales motivan a los individuos a practicar actividades saludables con mayor entusiasmo y frecuencia.
Los investigadores observaron el comportamiento de más de un millón de usuarios de todas las partes del mundo, sus rutinas de entrenamiento, y las de su círculo social digital inmediato. Los datos arrojaron una conclusión: las personas dentro de un mismo grupo virtual comenzaban a influenciarse las unas a las otras; y en conjunto todos los miembros experimentaron un incremento tanto en su rendimiento como en su deseo por continuar la realización de prácticas más saludables.
Entre los factores más llamativos que llevaron al descubrimiento de esta tendencia, está la similitud entre las rutinas de entrenamiento. Aquellos individuos, miembros de un mismo grupo virtual, tendían a correr distancias similares, en horarios casi iguales, de forma consistente; e incluso si una persona decidía comenzar a correr un poco más de forma súbita, rápidamente los demás comenzaban a adoptar este tipo de prácticas saludables. Incluso las inclemencias del clima parecían no afectar las rutinas casi homogéneas de cada grupo.
Durante el transcurso del estudio, los individuos analizados corrieron en conjunto una distancia mayor a 442 millones de kilómetros
La motivación a realizar cada vez más prácticas saludables parece tener también un importante factor de competitividad. De acuerdo a los datos recolectados por los investigadores, cuando los individuos considerados los "menos entrenados" de un grupo virtual comenzaban a mejorar su rendimiento, todos los demás miembros de la comunidad comenzaban a trabajar para no ser alcanzados por "el más débil". Esto aplicaba en todos los niveles, incluidos aquellos considerados como los más rápidos y resistentes de cada círculo social.
Estos descubrimientos podrían significar un gran avance en la percepción positiva de las comunidades y grupos virtuales. David Cavallo, doctor de la escuela de medicina de la Universidad Case Western Reserve, comentó que "a veces, la gente es atraída a otras como ellos, así que se comprometen con actividades similares". También resaltó la importancia del apoyo social, especialmente al momento de mejorar las prácticas saludables, pues las personas "pueden estar haciendo las actividades por su cuenta y dar soporte a sus compañeros, como un amigo de entrenamiento; puede ser un soporte instrumental, como ayudarte durante una visita al gimnasio, o puede darte apoyo emocional y motivarte para que alcances tus metas".
Existen muchas formas de fomentar este tipo de grupos virtuales: a través de redes sociales, foros de discusión locales y relaciones personales. Igualmente, se puede hacer uso de ciertos dispositivos tecnológicos y aplicaciones móviles enfocadas a incentivar las prácticas saludables en las personas. Un ejemplo de este último punto es la compañía especializada en aparatos portátiles inteligentes para el entrenamiento, Fitbit, la cual ha creado programas para smartphones y pulseras como su modelo Ionic, para fomentar el desarrollo social y físico de sus usuarios.
Entre los factores más llamativos que llevaron al descubrimiento de esta tendencia, está la similitud entre las rutinas de entrenamiento. Aquellos individuos, miembros de un mismo grupo virtual, tendían a correr distancias similares, en horarios casi iguales, de forma consistente; e incluso si una persona decidía comenzar a correr un poco más de forma súbita, rápidamente los demás comenzaban a adoptar este tipo de prácticas saludables. Incluso las inclemencias del clima parecían no afectar las rutinas casi homogéneas de cada grupo.
Durante el transcurso del estudio, los individuos analizados corrieron en conjunto una distancia mayor a 442 millones de kilómetros
La motivación a realizar cada vez más prácticas saludables parece tener también un importante factor de competitividad. De acuerdo a los datos recolectados por los investigadores, cuando los individuos considerados los "menos entrenados" de un grupo virtual comenzaban a mejorar su rendimiento, todos los demás miembros de la comunidad comenzaban a trabajar para no ser alcanzados por "el más débil". Esto aplicaba en todos los niveles, incluidos aquellos considerados como los más rápidos y resistentes de cada círculo social.
Estos descubrimientos podrían significar un gran avance en la percepción positiva de las comunidades y grupos virtuales. David Cavallo, doctor de la escuela de medicina de la Universidad Case Western Reserve, comentó que "a veces, la gente es atraída a otras como ellos, así que se comprometen con actividades similares". También resaltó la importancia del apoyo social, especialmente al momento de mejorar las prácticas saludables, pues las personas "pueden estar haciendo las actividades por su cuenta y dar soporte a sus compañeros, como un amigo de entrenamiento; puede ser un soporte instrumental, como ayudarte durante una visita al gimnasio, o puede darte apoyo emocional y motivarte para que alcances tus metas".
Existen muchas formas de fomentar este tipo de grupos virtuales: a través de redes sociales, foros de discusión locales y relaciones personales. Igualmente, se puede hacer uso de ciertos dispositivos tecnológicos y aplicaciones móviles enfocadas a incentivar las prácticas saludables en las personas. Un ejemplo de este último punto es la compañía especializada en aparatos portátiles inteligentes para el entrenamiento, Fitbit, la cual ha creado programas para smartphones y pulseras como su modelo Ionic, para fomentar el desarrollo social y físico de sus usuarios.
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