Mingky se abrazaba a sí mismo todas las noches para poder dormir.
El hombre que lo alimentaba en Indonesia, Aceh Barat Daya, asegura que no es el dueño, sino que lo cuidaba hasta que regresara el propietario, un amigo. La policía declaró que no perseguirá al varón.
"Muchas personas pasaban a diario por aquí y no hicieron nada por rescatarlo de ese hueco", comentaron en el Centro de Información de Orangutanes.
Ahora Mingky, quien comió únicamente fruta y arroz mientras estuvo encadenado y se abrazaba a sí mismo para dormir, deberá adaptarse a su nueva vida en un centro de recuperación.
Con información de ABC.
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