Emma Edwards vio cómo uno de los momentos más felices de su vida, como es el nacimiento de un hijo, se vio empañado por culpa de una cirujana. En Escocia, una médica realizó un corte en la cabeza de un bebé mientras realizaba una cesárea. Afortunadamente no fue a mayores y la pequeña está bien, pero la madre ya ha puesto una denuncia al hospital de Inverness, en Escocia.
judicialmente a un hospital de Inverness, en Escocia. Todo comenzó con el retraso de cuatro días de la intervención por falta de camas y médicos en el centro hospitalario. Luego, lejos de arreglar la pobre atención sanitaria ofrecida, la joven denunció que una cirujana del centro le hizo un corte en un lado de la cabeza a su hija, Karmen.
Emma y su pareja, George McPhee, explicaron a dicho medio que el mismo hospital fue el que le había ofrecido una fecha para la cesárea -exactamente el 16 de junio-, por lo que se desplazaron hacia Inverness desde su casa en Wick, a unos 166 kilómetros de distancia. Al retrasarse la intervención, tuvieron que realizar dos veces el viaje en sólo cuatro días. Pero el verdadero problema llegó el día de la intervención quirúrgica. Cuando Emma entró a quirófano ya había roto la bolsa, pero la cirujana que le atendió no estaba al tanto de su estado pese a que la paciente asegura que se lo había informado.
"Se lo dije, pero ni me miró", declaró Emma. Cuando nació el bebé y vieron la importante herida en la cabeza, "l a llevaron de urgencia a la terapia intensiva de neonatología porque tenía un corte en la cabeza. Después la médica vino a hablar conmigo y me dijo que no sabía que estaba de parto, pero yo me fijé en mi historia clínica y sí consta", señaló. Para terminar, la joven tuvo que volver a esperar unas 24 horas hasta que llegase un cirujano plástico desde Aberdeen. Un parto muy mal organizado que ha provocado que el Sistema de Salud Pública de Escocia sea investigado
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