“Organicé esta ceremonia porque quería distinguir a la gente que se preocupa verdaderamente por mí y quiénes eran falsos y separarlos de mi vida”, dijo.
Este hombre de 66 años no está casado ni tiene hijos, pero sí una enorme necesidad de atención, pues no escatimó en gastos a la hora de organizar su propio funeralcon tal de averiguar qué tanto éxito tendría su muerte.
Así, usó 16 mil yenes de sus ahorros (unos 44 mil pesos) para montar todo el escenario y difundió la noticia a 60 parientes, de los que asistieron 40.
“Organicé esta ceremonia porque quería distinguir a la gente que se preocupa verdaderamente por mí y quiénes eran falsos y separarlos de mi vida”, explicó Zhang.
Por supuesto, cuando los invitados llegaron y se dieron cuenta de que todo era una mentira, no hicieron más que disfrutar de la 'celebración' que también se tenía planeada, pues el hombre también aparentó una boda con una mujer ya fallecida.
Con información de Público.es
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