Antes de internet, el negocio de la pornografía se veía reducido a unas pocas estanterías en las estaciones de servicio, las últimas salas escondidas de los videoclubs o algún que otro quiosco. Es cierto que también existían tiendas especializadas pero en todo caso era algo privado, que se hacía en secreto; entre una serie de consumidores que no estaban conectados entre sí.
Desde que se desarrollara la web sin embargo, esta industria ha demostrado saber adaptarse a las nuevas tecnologías. De esta forma ha ido creciendo poco a poco gracias en parte al auge del CD ROM, hasta convertirse en un auténtico monstruo de hacer caja. Actualmente el porno vende desde películas o vídeos caseros online capaces de ser importados a smartphones, ordenadores y reproductores de última generación, hasta vibradores a control remoto y consoladores de lujo. Se calcula que cada segundo 28.000 usuarios lo consultan en internet sólo en EEUU. Un gran pastel que está beneficiando a muchas compañías. Es difícil establecer las cifras que maneja este sector, pero algunas estadísticas colocan sus ingresos en 97.000 millones de dólares al año.
Si pensaban que ahora se iban a quedar de brazos cruzados ante el auge de las gafas de realidad virtual, estaban equivocados.
El pasado año la red social Facebook compró la prometedora empresa Oculus VR por 2.000 millones de dólares. Las Oculus Rift son unas gafas de realidad virtual que imitan con un realismo sorprendente a la visión humana, logrando un efecto de inmersión que ofrece múltiples posibilidades, especialmente en lo relacionado con los videojuegos (para lo que fueron concebidas), pero que también tienen un gran potencial en otros ámbitos como la educación, el turismo o las comunicaciones.
El concepto nació en 2012 como una campaña de Kickstarter pero desde entonces han sido varios los fabricantes que están apostando por esta tecnología. Sony cuenta con Project Morpheus, HTC con Vive y Samsung ya ha puesto a la venta sus Gear VR (que ya probamos en Teknautas). Las posibilidades de esta tecnología son infinitas y como no podía ser de otra forma la industria del sexo no quiere perder tajada.
Videojuegos, películas y 'gadgets' para un porno exclusivamente virtual
Lo cierto es que el sector del porno lleva mucho tiempo trabajando en contenidos para este tipo de dispositivos. Desde que en 2013 se creara Wicked Paradise, uno de los primeros videojuegos para las gafas de realidad virtual, esta industria no ha parado de trabajar con el objetivo de llevar mucho más allá la experiencia de ver pornografía.
Actualmente hay multitud de videojuegos y películas preparados para salir al mercado en cuanto se popularicen las gafas de realidad virtual. Un ejemplo de esto lo tenemos en las compañías Utherverse Digital o Digital Playground, que ya han adaptado algunas de sus versiones de videojuegos para Oculus Rift. Lovense y VirtualRealPorn por su parte han ido un paso más allá y han llegado a un acuerdo para conectar los juguetes sexuales de la primera con la realidad virtual de la última. De esta forma y según explican al medio Wired, sus aparatos vibran a una velocidad que depende del ritmo al que se mueven los actores que aparecen en los vídeos.
La productora de cine porno SugarDVD también está creando una aplicación para poder ver películas pornográficas en realidad virtual, y Complex ya está utilizando las gafas de realidad virtual de Samsung, pero en este caso para proyectar vídeos pornográficos a distintos grupos de voluntarios. Las curiosas reacciones las pueden ver aquí.
El siguiente paso es interactuar con los vídeos, de modo que los movimientos que realicemos se reflejen en la imagen. Para esto ya existen accesorios pensados para interactuar con entornos virtuales. Un ejemplo de esto es Gloveone, un guante desarrollado por la empresa española NeuroDigital capaz de transmitir estímulos.
Según ha explicado a Teknautas el CEO de la compañía Luis Castillo, "esto lo conseguimos gracias a actuadores vibrotáctiles que se reparten sobre la palma de la mano para crear una sensación táctil. Con esta tecnología podemos diferenciar texturas, sentir formas de objetos virtuales, superficies rugosas y lisas, o procesos de motricidad fina como lo es por ejemplo sentir el aleteo de una mariposa en tus dedos".
El equipo de Oculus ha desarrollado, junto con un grupo de investigadores de la Universidad del Sur de California (EEUU), una forma de monitorizar nuestras expresiones faciales para transferir los gestos al personaje de la pantalla. Lo que sin lugar a dudas mejorará la experiencia de usuario. También existen cascos como FOVE capaces de realizar un seguimiento de nuestros ojos otorgando un mayor protagonismo a determinadas zonas.
De momento, el fundador de la compañía filial de Facebook ha asegurado que no se pondrán trabajas a la distribución de contenidos eróticos en este dispositivo. Durante la última Conferencia de Realidad Virtual celebrada en San José (California), Palmer Luckey aseguró que "la plataforma es abierta, nosotros no controlamos el tipo de software que puede funcionar en el dispositivo". Por lo que parece ser que la industria del sexo vivirá una nueva edad de oro similar a la que tuvo con el CD ROM.
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