Su edad no es un impedimento para sentirse joven y lucirlo.
Jane Pesch de
73 años es una mujer glamorosa que se considera sensual a pesar de su
edad y no se avergüenza de admitir que ha recurrido a la cirugía
estética para quitarse unos años de encima.
Vestida en un apretado minivestido
negro, con medias de red y zapatos de tacón, dice sentirse muy bien y
ser consciente de que luce muy bien, mientras su largo cabello rubio
descansa sobre su espalda.
Es una secretaria jubilada, viuda y
madre de tres a quien le desagrada la idea de que la edad vaya ligada a
una manera de vestir "se supone que debería vestir algún confortable
suéter y zapatos de piso, pero ¿qué hay de divertido en ello?"
Jane acepta que con la edad, la figura
que mantiene no es algo que venga sin cuidado; cuando cumplió 60 años
"la gravedad hizo de las suyas": sus mejillas comenzaron a caerse y
lucía cansada, eso la frustraba sobremanera porque al verse en el
espejo, ella no se sentía vieja, pese a que luciera como una mujer
anciana.
En 1980 luego de tener a sus hijos se
sometió a una operación de busto para levantarlo; hace seis años empezó a
inyectarse Botox cada cierto tiempo, por lo cual ha invertido 60 mil
pesos o 3 mil euros, "es un dinero bien invertido" asegura Jane.
Su esposo Walter falleció de una enfermedad pulmonar hace tres años y hace 10 uno de sus hijos falleció.
Jane tiene claras sus metas "no estoy
interesada en relaciones a largo plazo porque ninguno puede remplazar a
Walter, pero me gusta divertirme", de hecho tiene su perfil de Match
donde liga con hombres que rondan los 50 años e incluso los 40; los
hombres de 70 no le creen que tenga 73.
Con información de The Mirror