Un hombre, su esposa y su amante que mataron a dos mujeres para comer parte de sus cuerpos fueron condenados a más de 20 años de prisión. Al parecer, pertenecían a una secta por “la purificación del mundo y la reducción de su población”.
Tres personas acusadas de
canibalismo en Pernambuco, nordeste de Brasil, recibieron condenas de
prisión de 20 a 23 años por matar a dos mujeres, comer partes de sus
cuerpos y utilizar su carne para hacer y vender empanadas.
Un jurado de siete personas dictó las sentencias el viernes por la noche, confirmó un oficial de guardia en el tribunal de Olinda.
Jorge Beltrao Negromonte da Silveira fue condenado a 23 años, en tanto su esposa Isabel Cristina Pires y su amante Bruna Cristina Oliveira da Silva recibieron penas de 20 años. Los abogados defensores dijeron a la prensa que apelarán las condenas.
Los tres fueron arrestados en abril de 2012 y, según la policía, confesaron los crímenes de Alexandra Falcao, de 20 años y Gisele da Silva, de 30, cuyos cuerpos fueron encontrados en el jardín de la casa que ocupaban los condenados.
En ese momento, los tres dijeron a la policía que pertenecían a una secta por “la purificación del mundo y la reducción de su población”. Según la policía, los tres atraían a mujeres a su casa con la oferta de trabajo como niñera. Los investigadores hallaron los restos de dos mujeres en el patio trasero de la casa donde vivían. Los tres confeccionaban empanadas con la carne de las víctimas y las comían ellos mismos, aduciendo que era “para purificar su alma”. Una niña que vivía con ellos también participaba de esos rituales. Además, según algunas denuncias vendían las empanadas a varios vecinos, quienes en su momento desconocían, el verdadero origen del relleno que utilizaban para hacerlas.
El objetivo de los acusados, añadió, era matar a tres mujeres por año. Los detalles de las acciones del trío, con dibujos y explicaciones del canibalismo fueron encontrados en un libro de 50 páginas escritas por Da Silveira, un hombre diplomado en educación y cinturón negro de karate.
El libro, titulado “Las relaciones de un esquizofrénico”, indica actos de canibalismo en las que decía que escuchaba voces y estaba obsesionado con matar mujeres..
Según algunos especialistas en Derecho Penal, los tres caníbales podrían haber sido condenados a 30 años de prisión, pero al haber confesado el delito y por la inexistencia de antecedentes fueron determinantes para la disminución de las penas.
Un jurado de siete personas dictó las sentencias el viernes por la noche, confirmó un oficial de guardia en el tribunal de Olinda.
Jorge Beltrao Negromonte da Silveira fue condenado a 23 años, en tanto su esposa Isabel Cristina Pires y su amante Bruna Cristina Oliveira da Silva recibieron penas de 20 años. Los abogados defensores dijeron a la prensa que apelarán las condenas.
Los tres fueron arrestados en abril de 2012 y, según la policía, confesaron los crímenes de Alexandra Falcao, de 20 años y Gisele da Silva, de 30, cuyos cuerpos fueron encontrados en el jardín de la casa que ocupaban los condenados.
En ese momento, los tres dijeron a la policía que pertenecían a una secta por “la purificación del mundo y la reducción de su población”. Según la policía, los tres atraían a mujeres a su casa con la oferta de trabajo como niñera. Los investigadores hallaron los restos de dos mujeres en el patio trasero de la casa donde vivían. Los tres confeccionaban empanadas con la carne de las víctimas y las comían ellos mismos, aduciendo que era “para purificar su alma”. Una niña que vivía con ellos también participaba de esos rituales. Además, según algunas denuncias vendían las empanadas a varios vecinos, quienes en su momento desconocían, el verdadero origen del relleno que utilizaban para hacerlas.
El objetivo de los acusados, añadió, era matar a tres mujeres por año. Los detalles de las acciones del trío, con dibujos y explicaciones del canibalismo fueron encontrados en un libro de 50 páginas escritas por Da Silveira, un hombre diplomado en educación y cinturón negro de karate.
El libro, titulado “Las relaciones de un esquizofrénico”, indica actos de canibalismo en las que decía que escuchaba voces y estaba obsesionado con matar mujeres..
Según algunos especialistas en Derecho Penal, los tres caníbales podrían haber sido condenados a 30 años de prisión, pero al haber confesado el delito y por la inexistencia de antecedentes fueron determinantes para la disminución de las penas.