Una nena en Gran Bretaña es discriminada por los maestros de su colegio por padecer una extraña enfermedad que la hace parecer una anciana a pesar de su corta edad y la obliga a usar cabello artificial debido a la caída de su pelo. Conocé la dramática historia.
Ashanti Elliot Smith,
una nena de 11 años, sufre una rara enfermedad llamada síndrome de
Huchinson Gilford. Se trata de una rama de la progeria, un mal que
provoca que los niños envejezcan abrubptamente en los primeros dos años
de vida.
Una de las consecuencias de la enfermedad es la alopecía, por lo que Ashanti elige usar coloridas pelucas, ya que su madre no puede pagar el tratamiento médico y el capilar al mismo tiempo.
Sin embargo, la enfermedad no es el único mal en la vida de Ashanti. En su colegio de Gran Bretaña, los alumnos e incluso las maestras la discriminan. Las autoridades de la escuela le ordenaron que se sacara la peluca que le habían regalado.
Phoebe Smith, su madre de 29 años, se indignó cuando supo la decisión del centro educativo: "Ella estaba devastada cuando le dijeron que debía sacársela. Su pequeño corazón fue roto".
La mujer explicó que esa peluca rosa había sido donada por amigos de la familia que sabían que no tenían un pasar económico suficiente como para hacer frente a la compra de una peluca.
El argumento de las autoridades de la institución fue que dejarla ingresar con una peluca de ese color alentaría a sus compañeras a teñir sus cabellos de distintos colores.
"Tengo solamente unos pocos años por delante con ella, por eso quiero que lo viva lo máximo posible", señaló la madre al diario británico Metro.
Una de las consecuencias de la enfermedad es la alopecía, por lo que Ashanti elige usar coloridas pelucas, ya que su madre no puede pagar el tratamiento médico y el capilar al mismo tiempo.
Sin embargo, la enfermedad no es el único mal en la vida de Ashanti. En su colegio de Gran Bretaña, los alumnos e incluso las maestras la discriminan. Las autoridades de la escuela le ordenaron que se sacara la peluca que le habían regalado.
Phoebe Smith, su madre de 29 años, se indignó cuando supo la decisión del centro educativo: "Ella estaba devastada cuando le dijeron que debía sacársela. Su pequeño corazón fue roto".
La mujer explicó que esa peluca rosa había sido donada por amigos de la familia que sabían que no tenían un pasar económico suficiente como para hacer frente a la compra de una peluca.
El argumento de las autoridades de la institución fue que dejarla ingresar con una peluca de ese color alentaría a sus compañeras a teñir sus cabellos de distintos colores.
"Tengo solamente unos pocos años por delante con ella, por eso quiero que lo viva lo máximo posible", señaló la madre al diario británico Metro.