viernes, 23 de mayo de 2014

¿Putas gratis en Alicante?


Internet es la nueva magia: sin que te des cuenta, puedes convencerte de que los gatitos caben en una botella de cristal o que en Alicante se puede follar a todo tren con un número interminable de profesionales sin abonar un peso. Cuando el sábado el Atlético y el Barça se jugaron la Liga, una imagen empezó a circular y a echar humo en Facebook, Whatsapp y cuentas de Twitter. El reclamo: “Si el Atleti gana la liga, todas las putas gratis”. Para algunos fue un meme sin más, pero otros lo vieron como la oportunidad de hacerse una ronda sin pagar.
El burdel que supuestamente ofrecía la oferta era D’Angelo Alicante. M.K. es una persona que lo conoce bien (ha pedido que no difundamos su identidad porque “hay amenazas de divorcio flotando en el ambiente”) y estuvo allí en la noche de autos. Es uno de los lupanares clave de la ruta golfa valenciana. Ahí rodó Santiago Segura varias escenas de Torrente 4 y los fines de semana, dicen quienes lo frecuentan, recibe un trajín constante de clientes con crucifijo sobre la pelambrera y cartera abultada.
Con esta imagen viral que aterrizó en todos los móviles de España, la cosa se desmadró y provocó la llegada de una clientela no habitual que una vez allí comprobó -obviamente- que nadie regala duros a cuatro pesetas. Lo que ofrecía gratis D’Angelo eran las copas, no el servicio. Lo mismo ocurrirá mañana sábado con la final de la Champions: irse a ver el partido al puticlub implicará bebida cortesía de la casa, pero no sexo gratis.
Aviso: la opinión y extraña jerga (¿taurina?) que utiliza nuestro testigo en sus respuestas son exclusivamente suyas.
VICE: ¿Qué clase de local es D'Angelo?
M.K.: Probablemente sea uno me los mejores y más lujosos burdeles de los muchos erigidos sobre la piel de toro. Piscina, restaurante, salones privée, chicas que renuevan constantemente y hasta un piano de cristal iluminado frente a una especie de cabaré con piscina en un atrio.
La oferta de servicios gratis durante toda la noche era falsa, ¿no?
La oferta a la que te refieres era un mock-up casero fabricado por algún nerd. Si te fijas bien, la tipografía de ¡¡¡SI GANA LA LIGA... y TODAS LAS PUTAS es diferente. Lo que vienen regalando durante los partidos son las copas, como reclamo para llenar el local antes, poner a tono al personal y que las señoritas se ocupen del resto para hacer caja.
¿Cuánta gente había el día de la final de liga?
Había bastante. Contar cabezas no es mi fuerte, empero, y mucho menos teniendo en cuenta que, nada más acercarse uno a la barra se le echa una señorita al cuello y le lanza un natural a la bragueta.
¿Comentaste con ellas las circunstancias de la noche?
Sí. La conversación con las pupilas es uno de los preámbulos necesarios antes de hacer el volapié. En una mancebía nada es gratuito. La primera demanda de cualquier señorita es que le invites a una copa, puesto que ellas van a comisión con la barra; de cada consumición, que vale el doble que la del macho dispuesto, ellas se embolsan la mitad.
Pero ¿cómo pueden rentabilizar la noche si las bebidas son gratis?
El burdel rentabiliza la noche de otra manera. El negocio funciona como cualquier hotel: pagas el precio de una habitación (si quieres una suite especial, pagas más) y el hotel cobra por fracción de tiempo. Las pupilas cobran un porcentaje alto del precio convenido pero pagan como poco un billete o dos de los del cinco y el cero por noche al mes. Si pasas allí la noche entera, o día y medio, como algún pinchadiscos famoso hace cada vez que visita la zona, pues entonces la broma asciende a ojo de la cara y cataplín derecho.
¿Hasta cuándo duró la celebración y cuánto dinero os gastasteis?
Ni idea de lo primero. Ni miré el peluco cuando arrancó el paseíllo ni cuando aterricé en el catre. El montante por cabeza va, digamos, en varios tickets -pongamos tres- de otros tantos ceros cada uno.