Va delgado, empujando el aire de la calle. Nadie sabe a
dónde va. Sonríe siempre que te encuentra y se para a hablar contigo,
como se paraba uno antes. Sin prisa, con una sonrisa generosa y sincera.
Te cuenta siempre mil cosas. Habla de música, poemas y noches en las
que dar la vuelta a todo.
Siempre fue especial, siempre fue artista; desde niño, desde que lo recuerdo. Un músico extraño, constante, perfeccionista, humilde y alegre. Aún recuerdo aquel verano, rebuscando entre los manoseados libros de poesía de su hermano Rafa. A su hermano Javi enseñándole a tocar la guitarra; aquel día en el que me dijo que había compuesto una canción, y tímidamente la cantó; se llamaba “Arancha”. Fue la primera de muchas que fueron llegando.
Después, su fascinación por la música, por cantautores como Pedro Guerra, Javier Bergia, Toquinho o Caetano Veloso, músicos que fueron poblando sus canciones de ecos que entraban y salían, del viejo Madrid, de Brasil, de África, del mundo. Otros músicos y amigos le han arropado siempre. Curro Rumbao, Antonio Romero, Kilema, Moñiz, Javier Herrera y tantos otros. Pero especialmente Pedro Pedrosa. Su guitarra siempre estuvo a su lado, aportando la magia del jazz y el flamenco.
El primer disco llegó en noviembre de 2002, grabado en directo en la Sala El Quiñón, en Córdoba. La misma sala donde al año siguiente presentaría un homenaje al escritor argentino Jorge Luis Borges, llamado “Los seres imaginarios”. En 2004 giró junto a Héctor Urien con el espectáculo “Contantes y Sonantes” uniendo canción, poesía y cuentos. Ese mismo año homenajeó al eterno poeta José Ángel Valente, presentando los temas en el Teatro Cómico Principal de Córdoba. Aún resuena en mí la canción “porvenir”, de aquellos días y que vino a quedarse para siempre.
Su amor por la poesía le ha llevado a participar en tres ocasiones en Cosmopoética, el encuentro internacional de poesía más importante de los que se celebran en España. En 2008, en este marco, presentó la adaptación de poemas de Pablo García Baena en uno de los actos centrales del certamen. También surgió de ahí su inmersión en la obra de Cavafis que le llevó a realizar una intensa gira por Grecia en 2005, acompañado por excelentes músicos griegos. En 2008 participó en la Noche Blanca del Flamenco y al año siguiente realizó una gira de 22 conciertos por Brasil y Argentina. En 2010, grabó en directo su segundo disco, en colaboración con el músico de Madagascar afincado en Córdoba, Kilema, grabado en el anfiteatro del Jardín Botánico de Córdoba.
Ahora presenta el disco que siempre ha soñado, arropado por músicos enormes que le inspiraron, que le llevaron de la mano hasta hoy. Su voz suena junto a las de Bergia, Luis Pastor, Ruibal o Javier Álvarez. Como sonó siempre, en las madrugadas despiertas del sur; ecos débiles en una canción que nace de un acorde, como sin querer, como llegan los poemas. Como llega él. por Pablo Rabasco
Siempre fue especial, siempre fue artista; desde niño, desde que lo recuerdo. Un músico extraño, constante, perfeccionista, humilde y alegre. Aún recuerdo aquel verano, rebuscando entre los manoseados libros de poesía de su hermano Rafa. A su hermano Javi enseñándole a tocar la guitarra; aquel día en el que me dijo que había compuesto una canción, y tímidamente la cantó; se llamaba “Arancha”. Fue la primera de muchas que fueron llegando.
Después, su fascinación por la música, por cantautores como Pedro Guerra, Javier Bergia, Toquinho o Caetano Veloso, músicos que fueron poblando sus canciones de ecos que entraban y salían, del viejo Madrid, de Brasil, de África, del mundo. Otros músicos y amigos le han arropado siempre. Curro Rumbao, Antonio Romero, Kilema, Moñiz, Javier Herrera y tantos otros. Pero especialmente Pedro Pedrosa. Su guitarra siempre estuvo a su lado, aportando la magia del jazz y el flamenco.
El primer disco llegó en noviembre de 2002, grabado en directo en la Sala El Quiñón, en Córdoba. La misma sala donde al año siguiente presentaría un homenaje al escritor argentino Jorge Luis Borges, llamado “Los seres imaginarios”. En 2004 giró junto a Héctor Urien con el espectáculo “Contantes y Sonantes” uniendo canción, poesía y cuentos. Ese mismo año homenajeó al eterno poeta José Ángel Valente, presentando los temas en el Teatro Cómico Principal de Córdoba. Aún resuena en mí la canción “porvenir”, de aquellos días y que vino a quedarse para siempre.
Su amor por la poesía le ha llevado a participar en tres ocasiones en Cosmopoética, el encuentro internacional de poesía más importante de los que se celebran en España. En 2008, en este marco, presentó la adaptación de poemas de Pablo García Baena en uno de los actos centrales del certamen. También surgió de ahí su inmersión en la obra de Cavafis que le llevó a realizar una intensa gira por Grecia en 2005, acompañado por excelentes músicos griegos. En 2008 participó en la Noche Blanca del Flamenco y al año siguiente realizó una gira de 22 conciertos por Brasil y Argentina. En 2010, grabó en directo su segundo disco, en colaboración con el músico de Madagascar afincado en Córdoba, Kilema, grabado en el anfiteatro del Jardín Botánico de Córdoba.
Ahora presenta el disco que siempre ha soñado, arropado por músicos enormes que le inspiraron, que le llevaron de la mano hasta hoy. Su voz suena junto a las de Bergia, Luis Pastor, Ruibal o Javier Álvarez. Como sonó siempre, en las madrugadas despiertas del sur; ecos débiles en una canción que nace de un acorde, como sin querer, como llegan los poemas. Como llega él. por Pablo Rabasco