Una fiscal tuvo que suspender transitoriamente la lectura de las circunstancias de un crimen porque desde la sala de audiencias comenzaron a escucharse gemidos de dos trabajadores de la corte. Ocurrió en Génova, Italia.
Un juicio por homicidio en Italia tuvo que interrumpirse a causa del ruido que dos empleados de la corte hacían, al parecer, porque sostenían relaciones sexuales en una oficina contigua a la sala de audiencias.
La jueza Anna Ivaldi presidía el juicio sostenido en contra de Yassin Mahmod, acusado de asesinar el año pasado a un vagabundo en la ciudad italiana de Génova. Sin embargo, cuando la fiscal Sabrina Monteverde se encontraba explicando las circunstancias del crimen, de pronto todos los presentes escucharon extraños ruidos provenientes de una pequeña sala separada del juzgado apenas por una barrera semiopaca.
Al mirar hacia el punto donde se originaban los sonidos, tanto la jueza como otras personas alcanzaron a notar la silueta de dos cuerpos desnudos. Entonces Ivaldi no tuvo otra opción más que suspender la audiencia para investigar qué estaba sucediendo.
Previsiblemente, los implicados eran dos empleados del "Palazzo di Giustizia", un hombre y una mujer, uno de los cuales sostiene una relación marital.