El Patrimonio Histórico de Fernán Núñez,
Abencalez y el agua
¿Qué sería de un asentamiento, sea de la época que sea, sin el agua?
Abencalez
la tenía y en abundancia. No hay más que ver la ladera por donde se
supone su ubicación, cuya base se encuentra regada por el Ventojil, el
curso de agua más importante de nuestro término, importancia que ya
vieron nuestros antepasados que le dieron el nombre de uno de los
principales jefes de su tribu: Abentoxil.
Los restos hidráulicos de época romana
en la zona de las Huertas, son muy abundantes y se encuentran bien
documentados, quedando hoy día restos de construcciones que fueron
recicladas hasta siglos más próximos a la actualidad, gracias a las
construcciones de los molinos por parte del tercer conde don Francisco
Gutierrez de los Ríos
Abencalez, también tenía sus fuentes, lógicamente y aunque no haya fechas concretas ni certeza de su origen todo pinta que la Fuente del Pozuelo era uno de sus principales puntos de agua. Fue restaurada en los 90. Antiguamente se le conocía también por fuente del Pozo Quemado.
Y además, contaban en sus proximidades del estanque de la Juncada o la Juncá, en la actual piscina municipal.
Por tanto, no queda ninguna
construcción hidráulica árabe vinculada a la aldea, pero si que quedan
construcciones posteriores que enmascaran un claro pasado árabe y la
toponimia, que muchas veces, es el único legado de un pasado que aunque
no se muestra con restos, si lo hace con palabras, que aguantan mucho
mejor el paso del tiempo.
Ubicación de Abencalez (Primera parte)
¿Dónde se situaba realmente Abencalez?
A día de hoy, esa sigue siendo una pregunta muy difícil de responder. Sin embargo para facilitar las cosas respondamos mejor a esta otra:
¿Dónde es seguro que no se sitúaba Abencalez?
1. Por similitud, se podría pensar que la torre de la aldea de Abencalez era la torre desmochada del Palacio,
y que este se encontraba debajo del actual pueblo, que con el tiempo
fue perdiendo su nombre a favor del actual. No cabe duda que no tiene ni
pies ni cabeza si se supervisa los documentos que atañen a la conquista
de estos territorios, donde se diferencian claramente tres torres,
conquistadas por diferentes capitanes. La incógnita aquí es el nombre
árabe de la torre del Palacio, que lógicamente será tratado en otra
entrada.
2. La actual torre de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas.
Otra torre sin nombre conocido, con restos de almenas y de pasado
militar. No cabe duda que por la proximidad a la zona del Palacio, se
descarte como la zona de Abencalez y su torre.
3. La torre de la Atalaya y restos de fortificaciones de la zona de El Plantonar. Nuevamente los escritos relativos a la conquista cristiana y alguna que otra prueba material que nos queda como ahora veremos más adelante, nos sitúan mucho más próximos al actual Fernán Núñez y en la dirección oeste y no al este, donde se sitúa esta torre.
3. La torre de la Atalaya y restos de fortificaciones de la zona de El Plantonar. Nuevamente los escritos relativos a la conquista cristiana y alguna que otra prueba material que nos queda como ahora veremos más adelante, nos sitúan mucho más próximos al actual Fernán Núñez y en la dirección oeste y no al este, donde se sitúa esta torre.
El no tener unos restos arqueológicos de la antigua aldea o alquería, dificulta esta labor dejándola más que en meras hipótesis.
Según Crespín Cuesta, en el homenaje a Juan Crespo, en el VI centenario de la Villa:
Descendientes de Maad, Cais, es el árabe que llega a nuestras tierras pasando a llamar el terreno Ulía – al- Cambania, para distinguirlas de otras. Los caisitas se asentaron en: Las erillas, Hazas de la Villa Valdeconejos y Mudapelo, estos dos últimos asentamientos fueron posteriormente abandonados y el resto se agruparon en la zona de La Juncada, Las Primeras, y el cerro del Calvario formando Aben-Cais. Todo ello conlleva:- Adaptación de la torre desmochada del palacio actual.- Creación de la torre de Abentojil en Zorreras.
- Creación de la torre de la Atalaya, cerca de las canteras.- Creación de la torre de Abentoxilla, junto al arroyo en tierras del Cortijo de Cuarto Nuevo
Este conjunto de fortificaciones es lo que se conoce como las torres militares de Abencalez y se cree que Aben Tojil fue el señor que mandó hacer la torre con dicho nombre.
Crespín Cuesta propone que Uliat-al-Cambania era una región de la campiña sur actual, heredera de la antigua Ulía romana, cuyo principal núcleo era Abencalez.
A su vez, el territorio de Abencalez se delimitaba por una serie de
torres (la del actual palacio, las que circundan el Ventojil y la del
Plantonar) Estas atalayas podían estar en los límites de los
territorios, marcado por el arroyo Ventojil, el principal curso de agua
del término actual y por la Torre de la Atalaya en el punto más alto del
término municipal. Todas vigilando la vega de dicho arroyo así como el
camino que llevaba a Córdoba y Antequera. En la zona sur no hay restos
ni evidencias de torres, hasta que se llega a la Fortaleza de La Rambla.
Aunque luego los conquistadores cristianos conquistasen de manera individual estas torres, puede existir la posibilidad de que fueran todas pertenecientes a la antigua alquería de Abencalez, bajo la misma jurisdicción de un señor feudal árabe de la época.
Aunque luego los conquistadores cristianos conquistasen de manera individual estas torres, puede existir la posibilidad de que fueran todas pertenecientes a la antigua alquería de Abencalez, bajo la misma jurisdicción de un señor feudal árabe de la época.
Por otro lado, existían en época
romana una serie de villas (de las que si hay restos arqueológicos) y
que coinciden con los puntos marcados por Crespín como nuevo
asentamiento de los árabes tras la invasión, por la costrumbre de
aprovechar materiales de los nuevos colonizadores. Tiene lógica que
Valdeconejos y Mudapelo fuesen abandonados por encontrarse más distantes
del resto de núcleos habitados y así se fuese formando con más solidez
el núcleo en torno a la torre de Abencalez.
Resumiendo, Crespín considera dos etapas:
Reestablecimiento y constitución de la aldea de Abencález
Consolidación militar con torres vigias.
Consolidación militar con torres vigias.
Sin embargo, Crespín poco dice de la Torre de Abencalez,
situada en la propia aldea (la añado yo al mapa) y que debería ser el
gran bastión de la zona (así queda documentado a posteriori y por lógica
del desplazamiento de los núcleos poblados hacia su zona para
protección) Sorprende que hable del asentamiento en La Juncada, zona
pantanosa donde se ubica la actual Piscina Municipal, pero por supuesto,
debe ser basada en restos arqueológicos aparecidos en esa zona.