Muchas veces nos encontramos en situaciones incómodas sin quererlo, pero sabemos que es nuestra culpa por no tomar las precauciones necesarias. El sexo, por ejemplo.
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A veces cuando salimos con nuestro grupo de amigos a un bar, una fiesta
o una reunión ingerimos bebidas alcohólicas. Creemos que esto nos
ayudará a sacar la timidez, y sí claro, esto nos ayudará a estar más
“alegres”, pero también puede ser la causa de algunas acciones de las
que nos podemos arrepentir, específicamente el sexo.
El tener sexo con un desconocido te hace
vulnerable a cualquier enfermedad, por lo que es importante que te
mantengas alerta de lo que tomas y de las personas que se te acercan.
Otra situación es que entre copas puedas tener intimidad con un amigo y
al día siguiente te preguntes ¡¿QUÉ HICE?!
Para que esto no ocurra hay ciertas medidas
que debes tomar para no terminar al día siguiente en la cama de alguien
que la verdad no te interesa.
El también autor del libro Ending Adicción
for Good detalla que existen cuatro formas de evitar este tipo de
comportamiento y reducir los riesgos que esto conlleva
Compañía sobria. Si de por
sí sabes que vas a beber porque el plan es celebrar tu cumpleaños,
graduación o alguna fecha importante, invita a una amiga cercana que sea
de tu confianza y pídele que te acompañe, que no te deje interactuar
con desconocidos y que si ve que vas a cometer una tontería que te
detenga.
Modérate. Está bien que
tomas un par de copas o el trago que tanto te gusta, pero no pierdas el
conocimiento. Porque una cosa es estar “alegre” y otra cosa es llegar a
estar totalmente borracha sin saber lo que estás haciendo. Aprende a
medirte, cono tus límites, cuando sientas que estás un poco mareada (más
de lo normal) para y ya no sigas tomando. Aprende disfrutar el alcohol
de manera sana.
Ve en grupo. Lo óptimo es
que cuando salgas lo hagas con tus amigos de confianza, con los que
sabes que estarás segura. Es mejor salir en grupo, esto te da la
seguridad de que si pasa algo ellos no te dejarán sola.
Duda de tus decisiones. Con
el alcohol se pierde la capacidad de tomar decisiones correctas, así
como la de juzgar si alguien tiene buenas o malas intenciones.