Académicos de la Universidad de Sheffield, en Reino Unido, han desmitificado la teoría, hasta ahora aceptada, de que el Titanic tuvo mala suerte al zarpar en 1912, año en que hubieron un número excepcional de icebergs. De acuerdo con los expertos, el riesgo de chocar con un iceberg es mucho mayor hoy en día de lo que fue hace 102 años.
La hipótesis del "mal año para navegar" fue creada por los propios oficiales encargados de investigar la tragedia en aquella época, quienes aseguraron al New York Times que la enorme cantidad de icebergs era inusual debido a un invierno con temperaturas más elevadas de lo costumbre. Incluso se culparon a los efectos lunares y solares.
El profesor y líder de la investigación Grant Bigg asegura que si bien en 1912 hubo una fuerte presencia de icebergs, no fue un evento extraordinario como se hizo creer. Analizando los datos marítimos y de las guardias costeras desde 1900 hasta la fecha, concluye que en 1909 hubieron un mayor número de hielos flotantes y que la década de 1991 a 2000 fue la que más icebergs ha conocido en la historia, con mas de 700 registrados en algunos años.
En el caso del Titanic, la imprudencia y el exceso de confianza probablemente fueron mayores que la mala suerte, pues el iceberg que lo hundió fue descubierto poco antes de la medianoche del 14 de abril 1912, a una distancia de 500 metros. A pesar de los esfuerzos por intentar reducir la velocidad del barco, no se pudo evitar la colisión y se hundió en tan sólo dos horas y media, resultando en mil 517 muertes.
Esperemos que ésta sea una lección aprendida, pues el Prof. Bigg asegura que conforme los polos pierden masa, los icebergs serán aún más frecuentes en el futuro.