El infante tenía apenas un año de edad.
Según se reportó, el hombre estaba en su casa jugando con su consola como era recurrente, cuando su primogénito, Daymeon, de tan sólo un año de edad, comenzó a llorar. El llanto del niño no dejaba que su padre se desenvolviera en su actividad de manera adecuada, por lo que procedió a cubrirle la nariz y la boca para que se detuviera, acto seguido, el infante se desmayó y fue dejado en su "corral" de juego cubierto con ropa de los pies a la cabeza. Cuando Wygant regresó a ver a su hijo (casi seis horas después), el bebe estaba de color azul y no respondía a ningún estímulo.
Al ser detenido por las autoridades, el negligente padre argumentó que su intención no era matar al niño, sólo callarlo. Ahora, él enfrentará cargos por homicidio en tercer grado y negligencia infantil; además, su hija de tres meses fue puesta a disposición de las autoridades para su cuidado.