Integrantes de un tribunal británico estallaron a carcajadas en un juicio cuando la víctima de un violador, que es un reconocido estilista del Reino Unido, confesó que el miembro viril del abusador medía "6,3 centímetros erecto".
Un juicio por abuso sexual
tuvo que ser detenido por un tiempo determinado luego de que el jurado
no pudiera contener la risa al enterarse que el demandado tiene un pene
diminuto.
Max Clifford, de 70 años, está acusado de abusar sexualmente de siete mujeres de entre 14 y 19 años en la década de 1980, y recién ahora se está llevando a cabo un juicio en Inglaterra por los daños cometidos.
Lo que más llamó la atención fue el ataque de risa que le agarró al jurado, luego de escuchar a una de las víctimas que mencionó el diminuto tamaño del pene del hombre en cuestión, que hasta incluso se animó a tirar un número: "6,3 centímetros erecto".
El abogado defensor siguió haciendo preguntas sobre el miembro de acusado, a lo que la víctima respondió "Tengo una boca muy pequeña, mi dentista siempre me dijo eso", lo que hizo reír aún más fuerte al jurado.
El juez a cargo del caso, Anthony Leonard, tuvo que hacer un receso de 25 minutos para que todos los allí presentes se recompongan. "Es inevitable en un caso de este tipo donde se habla de detalles gráficos, que los miembros de un jurado se echen a reír", dijo, y agregó: "Pero tenemos que recordar que esto es un tribunal de justicia y que estamos frente a graves acusaciones".
Max Clifford, de 70 años, está acusado de abusar sexualmente de siete mujeres de entre 14 y 19 años en la década de 1980, y recién ahora se está llevando a cabo un juicio en Inglaterra por los daños cometidos.
Lo que más llamó la atención fue el ataque de risa que le agarró al jurado, luego de escuchar a una de las víctimas que mencionó el diminuto tamaño del pene del hombre en cuestión, que hasta incluso se animó a tirar un número: "6,3 centímetros erecto".
El abogado defensor siguió haciendo preguntas sobre el miembro de acusado, a lo que la víctima respondió "Tengo una boca muy pequeña, mi dentista siempre me dijo eso", lo que hizo reír aún más fuerte al jurado.
El juez a cargo del caso, Anthony Leonard, tuvo que hacer un receso de 25 minutos para que todos los allí presentes se recompongan. "Es inevitable en un caso de este tipo donde se habla de detalles gráficos, que los miembros de un jurado se echen a reír", dijo, y agregó: "Pero tenemos que recordar que esto es un tribunal de justicia y que estamos frente a graves acusaciones".