Bleich y su equipo de investigación analizaron las dietas de los participantes en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 1999-2010. Los datos indicaron que, si bien las gaseosas dietéticas no promovieron el exceso de comida en las personas de peso normal, los bebedores de soda dietética con sobrepeso u obesidad comieron significativamente más.
Los investigadores dicen que la razón es que nuestros cuerpos se esfuerzan para mantener un peso estable, por lo que los consumidores de bebidas diet acaban compensando las calorías que no tiene su refresco al comer más alimentos.
No se trata del único estudio que relaciona las bebidas dietéticas con comer más. Una investigación anterior demostró que las personas que bebían sólo un refresco dietético al día tenían un 70% más de aumento en la circunferencia de la cintura en comparación con los no bebedores. Y quienes bebían dos o más refrescos de dieta al día aumentaron hasta en 500% el tamaño de la cintura.