Los
que lo conocieron en los años previos a la expropiación hablaban de él
como un hombre serio, reservado, muy trabajador y profundamente
religioso. El perfil de José María Ruiz-Mateos no hacía sospechar en
absoluto el espectáculo mediático que ofreció en su lucha por mantener
vivo el llamado 'caso Rumasa'. Años más tarde el empresario confesaría
el gran esfuerzo humano y psicológico que le supuso protagonizar esa
cruzada en la que un día se disfrazaba de Superman.
Su lucha por conseguir que la expropiación de la empresa Rumasa no se mandara al cajón del olvido, estuvo jalonada de numerosos y extravagantes actos de protesta y de varias entradas y salidas de la cárcel. Especialmente sonada fue su agresión en 1989 al que fuera ministro de Economía, el socialista Miguel Boyer. Al grito de «que te pego, leche», Ruiz-Mateos le golpeó con el puño en la cabeza y le partió las gafas.
Fuente:
http://www.ideal.es/granada/20080224/economia/pego-leche-20080224.htmlSu lucha por conseguir que la expropiación de la empresa Rumasa no se mandara al cajón del olvido, estuvo jalonada de numerosos y extravagantes actos de protesta y de varias entradas y salidas de la cárcel. Especialmente sonada fue su agresión en 1989 al que fuera ministro de Economía, el socialista Miguel Boyer. Al grito de «que te pego, leche», Ruiz-Mateos le golpeó con el puño en la cabeza y le partió las gafas.
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