miércoles, 11 de diciembre de 2013

Miguel Blesa (Caja Madrid): "Qué bárbaro... Y eso que habíamos engañado a los clientes"





En mayo de 2009, el entonces presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, se mostraba eufórico tras el éxito de la emisión de preferentes por parte de la entidad. Una actitud natural en un banquero si no fuera porque se vanagloriaba de que habían estafado a los impositores: "Que barbaro. Y eso que habiamops engaÑado a los clientes", escribió en un correo a su director de Negocios, con faltas gramaticales y errores por doquier.

Blesa vivió como un auténtico pelotazo aquella indecente emisión de preferentes, un producto financiero que atrapó a miles de clientes de la entidad y volatilizó sus ahorros. Varios correos del mejor amigo de Aznar en la banca describen el ambiente de euforia sin vértigo en aquellos días de emisiones millonarias, en los que se fraguaba lo que la propia CNMV calificó como un incumplimiento de la ley deliberado y masivo en perjuicio de pequeños ahorradores.

Blesa recibió un e-mail en mayo de 2009. Lo firmaba Matías Amat Roca, su director general de Negocio, que acabó yéndose de la caja en 2010 con una indemnización de 16 millones de euros. "La CNMV acaba de aprobar la emisión de preferentes de Caja Madrid. Empezamos la comercializacion mañana. Irá bien".

"1.300 millones de euros!!!!!". La bandeja de entrada de Blesa se llenaba de exclamaciones. "Récord histórico de colocación en producto en UN solo día", le contaba su equipo en un informe apresurado e informal. El arranque de la venta de preferentes había sido, se decía, "fulminante".

"Lo que he aprendido es que si a los sindicatos no les gusta, probablemente es buen producto", decía su número dos en un intercambio ya eufórico de mensajes con Blesa. "Y eso que habíamos engañado a los clientes", respondía el presidente de una entidad financiera en teoría sin ánimo de lucro.