domingo, 10 de noviembre de 2013

El cruel comercio de carne de perro y de gato en China


La mayoría de los perros no pueden ladrar de lo asustados que están. Y los que sí ladran reciben golpes en la cabeza para que dejen de hacerlo. Van al matadero y, en el camino, muchos se desangran.
Si esto no es fácil de leer, mucho menos es verlo. Pero así ha documentado la ONG Igualdad Animal el maltrato que existe en el comercio de carne de perro y de gato en China. «Piensas que has visto la máxima crueldad humana, pero siempre hay algo que lo supera», explica Javier Moreno, portavoz de la ONG. La investigación así lo demuestra:

‘Durante los largos trayectos en camión hasta los mercados, algunas gatas embarazadas dan a luz dentro de las jaulas y sus crías recién nacidas mueren aplastadas al ser lanzadas desde los camiones. Además de la carne de perro, en algunos restaurantes se ofrece también el plato denominado ‘dragón, tigre y fénix’, para el que matan a un gato metiéndole en una olla de agua hirviendo'. Texto extraído del documental. 
En Hong Kong, la venta de carne de perro está prohibida desde 1950. Y en Pekín ya no se estila su consumo desde que esta carne se dejó de vender en los Juegos Olímpicos de 2008 por una 'cuestión de imagen internacional'.
En el resto del país, este negocio se considera legal aunque «se mueve en los límites de lo ílicito y lo oscuro: hay mafias que se dedican a robar a estos animales domésticos a las familias para traficar con ellos», explica Moreno. Según una encuesta realizada por el grupo de investigación Guo, más del 80% de hogares de la localidad de Jinan informaron de que les habían robado a sus perros para ser presumiblemente vendidos a los mataderos. «Hay perros que llevan todavía el collar que le puso su familia», añade el portavoz.

China, sin ley de protección animal

Robados o no, los activistas de Igualdad Animal han recorrido granjas, mataderos y mercados de China durante tres semanas para documentar de manera demoledora el maltrato que sufren estos animales. «Parece que Occidente quiere imponer su criterio, pero no. Nosotros hemos comenzado esta investigación a raíz de la voz de alarma que han dado los propios activistas del país», apunta el portavoz de la ONG.
Moreno reconoce que «el horror seguramente es mayor», especialmente porque China carece de una ley de protección animal. «Son imágenes que no quieres mirar pero que sabes que si las grabas, podrás concienciar a otras personas. Eso sí, las tienes contigo toda la vida», explica.
MaltratoPerrosChina
El documental, enmarcado en la campaña internacional 'Sin Voz' cuyo objetivo es la prohibición de esta práctica mediante la recogida de firmas, retrata la cara más implacable del ser humano: granjeros que reconocen que capturan perros de las calles y los venden a los mercados, granjas donde los cachorros son hacinados en jaulas de alambre durante trayectos de más de 1.200 kilómetros o transportistas que, para descargar, lanzan las jaulas contra el suelo provocando que muchos de estos animales se rompan los huesos.
Cuando se apela a la cuestión cultural, Javier Moreno reconoce que es normal que no pensemos en nuestras decisiones y en nuestros hábitos: «Unos animales sí son para comer y otros no», pero aprovecha para lanzar una última reflexión: «Si es terrible el maltrato a perros y gatos, ¿no lo será también a cerdos, vacas y otros animales?».
La ONG ha logrado su objetivo: ya ha superado las 200.000 firmas que la campaña requería para presentar una petición formal para prohibir este comercio en las embajadas chinas de diferentes países.