lunes, 28 de octubre de 2013

Sublime espectáculo de Anita Bandolini con "Nonsolocorpisoli " en Panificadora Teatro de Fernán Núñez.

FERNÁN NÚÑEZ, 28/10/2013.
DANIEL PEREA.


El pasado Sábado tuvimos la suerte de estrenar en nuestro país el espectáculo de Danza-Teatro Nonsolocorpisoli de Anita Brandolini. Una obra cargada de sensibilidad y de búsqueda personal en el cuerpo, una inmolación en toda regla. Y serán varios puntos los que actuarán como motores de todo movimiento. En palabras de la misma intérprete, se intenta potenciar esa comunicación no verbal que aprendemos mucho antes que el habla.

En la sociedad actual, el ser humano tiende a olvidar las posibilidades del cuerpo en la propia comunicación, todo se basa en la adquisición de conocimiento que después es comunicado y discutido mediante las palabras, dejando atrás las posibilidades de un cuerpo que tiende a menos conforme avanzamos en edad. Es, en definitiva, una defensa a ultranza de las posibilidades de lo corpóreo y de ahí su nombre. Porque a través del cuerpo somos capaces de llegar a un estado de ánimo concreto y sin la palabra, vacía en muchas ocasiones, el espectador o receptor es capaz de recibir un mensaje claro de su emisor.

La magnífica y mágica obra comienza con una danza vertical, una espalda al desnudo y un movimiento casi imposible y sobrecogedor. Por momentos se perciben manos que abrazan la espalda de la bailarina, una coral, y es el movimiento de innumerables articulaciones que dan muestra de unas posibilidades llevadas al límite. De esto se pasará a la proyección de uno de las grandiosas videocreaciones que introducirá a una segunda parte que tendrá como protagonista a dos seres independientes, a una historia de encuentro, amor y búsqueda.

Un espectáculo mudo de títeres creados a partir de los dedos de los pies. De ahí se extenderá el recorrido hasta llegar a la cadera que intenta huir e independizarse del resto del cuerpo y ese mismo movimiento eléctrico conducirá al vector brazo, hombro, cabeza … Un estudio en profundidad por partes, que terminará en un todo corpóreo. Una danza en donde la intérprete va a conjugar todo su estudio primario para la creación de una pieza cargada de potencia expresiva que dejó al público sin aliento.

De ahí pasamos a otra fabulosa videocreación que finalizará con la caída de la tela blanca, una coreografía aérea que nos dejó sin palabras consiguiendo así su fin, nos hizo sentir y trasladarnos a ese sueño de vuelo y todo con una gran apariencia de facilidad y delicadeza. Anita Brandolini demuestra tras una hora de trabajo que a veces, no es necesario explicar con innumerables palabras cosas que con un simple gesto son entendidas de manera universal, y es el amor por su arte lo que nos mostró y a lo que nosotros quedamos muy agradecidos. Como recompensa, el público de Fernán Núñez no defraudó, un largo y fuerte aplauso cuando todo se quedó en negro, un público en pie que recibía a la artista al encender las luces.