El hombre muestra como le quedó la espalda luego de la extracción del cuchillo.
Un canadiense se dio cuenta de que tenía
el metal incrustado, luego de lastimarse la piel con la uña mientras se
rascaba la espalda. Los médicos lograron extraerle la hoja filosa, que
ahora guarda como recuerdo.
Todo comenzó durante una fiesta en la que Billy McNeelly,
de Canadá, tuvo una pelea y fue apuñalado cinco veces. Por este motivo,
tuvieron que llevarlo de emergencias a un hospital donde fue curado de
sus heridas.
El problema fue que no le tomaron radiografías de rayos X y nunca detectaron la hoja de metal, con la cual el hombre vivió durante tres años.
En ese período, McNeelly sintió una picazón constante en la espalda. "Sentía que algo me molestaba y a veces la piel me ardía", dijo Billy, quién confesó que nunca le dio demasiada importancia a lo síntomas.
"Hace unos días, mientras me rascaba, me clavé la uña debajo de la piel, y descubrí el pedazo de metal. Le pedí a mi novia que se fije y al darnos cuenta de que se trataba de una hoja afilada, corrimos al hospital", contó el hombre, quien ahora guarda como recuerdo el cuchillo que le removieron.
El problema fue que no le tomaron radiografías de rayos X y nunca detectaron la hoja de metal, con la cual el hombre vivió durante tres años.
En ese período, McNeelly sintió una picazón constante en la espalda. "Sentía que algo me molestaba y a veces la piel me ardía", dijo Billy, quién confesó que nunca le dio demasiada importancia a lo síntomas.
"Hace unos días, mientras me rascaba, me clavé la uña debajo de la piel, y descubrí el pedazo de metal. Le pedí a mi novia que se fije y al darnos cuenta de que se trataba de una hoja afilada, corrimos al hospital", contó el hombre, quien ahora guarda como recuerdo el cuchillo que le removieron.