A grandes males, grandes remedios, reza un dicho que probablemente tenga su versión en Samoano. En este caso, el mal son las hordas de perros callejeros que campan a sus anchas por este pequeño país polinesio de 200.000 habitantes. Y el remedio, una propuesta de las autoridades de eliminarlos y exportar su carne enlatada.
Cientos, miles de perros vagabundos, sin más amo que su instinto, circulan a su aire por las principales ciudades. Hay más canes callejeros que turistas (una de las principales fuentes de ingresos del país). Con frecuencia atacan a los humanos. Muchos mueren atropellados. Su control supone además un gasto.
Los perros callejeros son hoy una cuestión de Estado que el Parlamento ha debatido recientemente. Entre el paquete de medidas propuestas para el control canino destaca la del ministro asociado de Educación, Tole’afoa Apulu Fa’afisi, quien plantea la posibilidad de exportar carne de perro callejero a Asia.
“¿En vez de gastar dinero en los perros, qué tal si usamos su carne para ganar dinero?”, ha dicho con la proverbial flema Samoana. “Meterlos en latas y exportarlos. ¿O por qué no utilizar su carne para alimentar a otros animales de granja”, se preguntaba.
La radical iniciativa, que ha escandalizado a no pocos ciudadanos, ha encontrado el respaldo de muchos de sus camaradas parlamentarios: “No hay diferencia entre la carne de cerdo y la de perro. Y cuando hace frío en Asia, en cuanto comes carne de perro después sientes calor” ha dicho el ministro de finanzas, Faumuina Tiatia Liuga.
Lo que no se puede negar es que los samoanos (además de tener nombres de una sonoridad deliciosa) son imaginativos, como demuestra el que Air Samoa haya decidido hace unos días cobrar a los pasajeros según su peso. En esta línea va la propuesta de otro ministro, Levaopolo Talatonu: poner a los chuchos a competir.
“En otros países tienen un montón de carreras de perros y se gana dinero. Si hiciéramos lo mismo aquí, la gente se apresuraría a recoger a esos perros de la calle y cuidarlos, ya que los podrían llevar a las carreras y ganar dinero”, ha dicho (no sabemos qué tipo de canódromos ha frecuentado el Sr. Talatonu)
Por su parte, la oposición ha rechazado la propuesta de comercializar carne de perro y ha lanzado otra que tampoco se distingue por su respeto a los canes: los perros deben ser aniquilados.
Algo con lo que no está de acuerdo Sala Fata Pinati, ministro de policía, quien ha declarado que sería “inhumano” empezar a disparar a los perros callejeros sin una orden judicial. “No vamos por las buenas al mercado donde se juntan un montón de perros callejeros y vamos a empezara usar armas para dispararles”, ha dicho.
P.D.: Hablando de comer animales, nuestro más sentido pésame al primer ministro francés François Hollande. El camello que le regalaron recientemente las autoridades de Malí por su batalla contra los yihaidistas ha sido zampado por la familia que lo tenía “a su cuidado” en Tombuctú. Desolé!