Ayer no pude escuchar su intervención, pero acabo de hacerlo y entiendo perfectamente por qué la gente alabó su parlamento. Aire fresco, cabreado, indignado, digno. Sin cortarse un pelo.
Si podéis, dadle al play y escuchad.
P.S.: una cosa más, veo que en la web de la Plataforma se puede descargar Vidas hipotecadas (de Ada Colau y Adrià Alemany).