El nacional catolicismo ha iniciado una ofensiva ideológica para aniquilar la memoria histórica de raíz. Si ayer era Esperanza Aguirre la que cargaba con un cinismo y una demagogia insultantes contra II República, hoy es un sacerdote de la diócesis de Jaén el que a través de un artículo publicado en una web católica se ha puesto a recoger firmas para la retirada de la ley de Memoria histórica.
El fulano en cuestión se llama Tomás de la Torre y su argumenta que “durante el largo periodo del zapaterismo hubo que tragar unas leyes infumables” y que si siguen todavía vigentes es gracias a los “complejos de la derecha representada por el gobierno del partido popular”.
Según el sacerdote jienense la ley de memoria histórica es una “fuente de conflictos revanchistas y de odios familiares y vecinales”, y gracias a la cual han ocurrido sucesos lamentables en muchos pueblos españoles que habían enterrado los odios de la Guerra Civil al inicio de la Transición.
Todos sabemos que la Ley de Memoria aprobada por el gobierno Zapatero es una ley que equipara víctimas y verdugos, que no ha resuelto ni de lejos el problema de las fosas y que es complemente insuficiente para recuperar la verdad, hacer justicia y reparar la memoria de las víctimas del franquismo, por lo que no vamos a hacer un gran defensa de ella. Pero lo que nacional catolicistas quieren es que directamente no tengamos memoria y que así sus crímenes permanezcan impunes, como hasta ahora
Fuente: www.lamanchaobrera.es