Imagen ilustrativa.
Las autoridades alimentarias hallaron
restos equinos en diversos lotes de hamburguesas de cinco cadenas de
supermercados. Las primeras sospechas apuntan a que se trató de un
simple accidente.
La Comisión Europea confirmó el hallazgo de
rastros de carne de caballo en diversos lotes de hamburguesas, pero no
ofreció más datos a la espera de contar con información más detallada
desde Dublín.
"Por ahora no parece un asunto de seguridad alimentaria, sino de presencia en determinados productos de una carne que no debería estar ahí. Los supermercados y las autoridades irlandesas tendrán que explicar lo que ha ocurrido", dijo en rueda de prensa en Bruselas el portavoz comunitario de Salud y Protección al consumidor, Frédéric Vincent.
Vincent restó así importancia a la polémica en Irlanda por las dudas en la trazabilidad de los productos cárnicos que llegan a los supermercados, después de que la FSAI hallara restos de ADN de caballo en productos de carne de vacuno picada.
En concreto, la autoridad irlandesa realizó controles en un total de 27 productos cárnicos y detectó rastros de caballo en un 37 por ciento de los test y de cerdo en un 85 por ciento. También se encontró ADN de caballo en lotes analizados de la carne cruda en las plantas, "incluida alguna importada de Países Bajos y España", según el comunicado publicado por FSAI.
Las plantas en las que se produjo la carne contaminada con carne de caballo son dos localizadas en Irlanda y una en Reino Unido, y se comercializaron en seis cadenas de supermercados: Tesco, Dunnes Stores, Lidl, Aldi e Iceland, publica ElMundo.es.
El director de la FSAI, el profesor Alan Reilly, explicó que la presencia de cerdo en los productos examinados puede deberse a que las plantas transformadoras se producen otros artículos con este ingrediente, pero advirtióque "no hay una razón clara ahora mismo que explique la presencia de ADN de caballo" porque ese tipo de carne, sin embargo, no se emplea.
"Por ahora no parece un asunto de seguridad alimentaria, sino de presencia en determinados productos de una carne que no debería estar ahí. Los supermercados y las autoridades irlandesas tendrán que explicar lo que ha ocurrido", dijo en rueda de prensa en Bruselas el portavoz comunitario de Salud y Protección al consumidor, Frédéric Vincent.
Vincent restó así importancia a la polémica en Irlanda por las dudas en la trazabilidad de los productos cárnicos que llegan a los supermercados, después de que la FSAI hallara restos de ADN de caballo en productos de carne de vacuno picada.
En concreto, la autoridad irlandesa realizó controles en un total de 27 productos cárnicos y detectó rastros de caballo en un 37 por ciento de los test y de cerdo en un 85 por ciento. También se encontró ADN de caballo en lotes analizados de la carne cruda en las plantas, "incluida alguna importada de Países Bajos y España", según el comunicado publicado por FSAI.
Las plantas en las que se produjo la carne contaminada con carne de caballo son dos localizadas en Irlanda y una en Reino Unido, y se comercializaron en seis cadenas de supermercados: Tesco, Dunnes Stores, Lidl, Aldi e Iceland, publica ElMundo.es.
El director de la FSAI, el profesor Alan Reilly, explicó que la presencia de cerdo en los productos examinados puede deberse a que las plantas transformadoras se producen otros artículos con este ingrediente, pero advirtióque "no hay una razón clara ahora mismo que explique la presencia de ADN de caballo" porque ese tipo de carne, sin embargo, no se emplea.