Materiales:
- Botella plástica de cinco litros
- Cordel largo y fino (supongo que así son todos)
- Celo
- Una piedra o ladrillo
- Parte de vuestra merienda
- Una gran masa de agua salada
Manos a la obra:
Cortamos la parte cónica de la
botella, la invertimos y la encajamos. Hacemos numerosos agujeritos por
toda la botella excepto por la parte cónica.
Le atamos el cordel de tal forma
que al elevarlo la botella quede horizontal y fijamos el ladrillo o la
piedra con cordel o con celo (ojo, no tapéis los agujeritos que hicimos
antes).
Nos vamos hasta el mar y le
metemos dentro parte de la merienda, en esta ocasión tocó sándwich de
queso y le metí también unos cuantos caramujos machacados.
Solo queda echarla al mar,
preferiblemente en un muelle o en una zona rocosa y esperar, os
recomiendo un mínimo de dos horas y un máximo de 24.