qué risa anoche con el especial apología franquista en Telecinco presentado por Emma García y con las colaboraciones estelares de franquistas de pro, como el periodista Antonio Olano o el mismísimo nieto del dictador quien, casi al final de la noche, pudo colocar su alegato a favor del abuelitísimo
y hablar de "la Seguridad Social, la paga extra y cuando la gente tenía
un futuro en España, no como ahora". Chúpate esa, realidad.
El nietísimo negacionista. Tan majo. Si hasta citaba a Pío Moa y todo para hablar sobre los orígenes de la Guerra Civil española...
Él y todos los demás, que se sentaron a convertir en chisme el fascismo,
en chiste una dictadura terrible y a hacer caja como palmeros de un
programa que volvió sobre lo que vuelven los peores: a quitarle sangre a
40 años de siniestra oscuridad. A quitarle toda la sangre y el hierro
que tuvieron esas cuatro décadas, y a caer en las trampas del ¡HOLA! y
del NODO: las putas perlas de Carmen Polo –de quien Mario Vaquerizo
se declaró tan fan hace unos años–, la vocecita del tirano y la boda de
la nietísima con un Borbón.
Sin Franco, ¿nada es igual? ¿En serio? Porque su nieto sigue tan
pancho y forrado, los periodistas del régimen se atreven a dar lecciones
morales y las víctimas del franquismo se convierten en la caricatura de
una pobre mujer a cuyo padre le trasplantó un corazón el Marqués de
Villaverde y pide que el señorito le dé algo, por favor.
¡Ah, y una tal Zorrilla insiste en afirmar que Franco nos salvó de una 'dictadura comunista'. Vaya por Lenin, qué pena más grande!
'Sin Franco, nada es igual', aunque sigan ganando los mismos...