Ellas suelen tomar más que sus maridos (imagen ilustrativa).
Según un reciente estudio realizado en
la Universidad de Cincinnati, las mujeres toman más alcohol después de
haber contraído matrimonio, que las que están solteras, separadas o
viudas. Dicen que lo hacen para no ser menos que sus maridos.
Si bien el matrimonio puede hacer felices a muchas
mujeres, un nuevo estudio asegura que también puede provocarles ciertos
daños y, más aún, incitarlas a adquirir hábitos no recomendados.
Eso, al menos, se deduce a partir de los resultados de la mencionada investigación, realizada por científicos de la Universidad de Cincinnati, los cuales revelan que, una vez casadas, las mujeres tienden a beber más bebidas alcohólicas, llegando a superar a las viudas y a las separadas.
De acuerdo con el análisis, el caso de los hombres sería el opuesto, ya que los casados beben menos que los solteros, viudos y separados, afirman las conclusiones del estudio.
¿Por qué sucede esto? Un artículo publicado en el sitio abc.es explica que las razones no tienen nada que ver con una situación de infelicidad, sino con el hecho de que ellas intentan seguir el ritmo a sus maridos.
Pero por mucho que traten de seguirle el paso a sus cónyuges, las mujeres nunca lo logran, concluye la investigación. Sin importar si son solteros, casados, viudos o separados, ellos siempre toman más alcohol que nosotras.
Eso, al menos, se deduce a partir de los resultados de la mencionada investigación, realizada por científicos de la Universidad de Cincinnati, los cuales revelan que, una vez casadas, las mujeres tienden a beber más bebidas alcohólicas, llegando a superar a las viudas y a las separadas.
De acuerdo con el análisis, el caso de los hombres sería el opuesto, ya que los casados beben menos que los solteros, viudos y separados, afirman las conclusiones del estudio.
¿Por qué sucede esto? Un artículo publicado en el sitio abc.es explica que las razones no tienen nada que ver con una situación de infelicidad, sino con el hecho de que ellas intentan seguir el ritmo a sus maridos.
Pero por mucho que traten de seguirle el paso a sus cónyuges, las mujeres nunca lo logran, concluye la investigación. Sin importar si son solteros, casados, viudos o separados, ellos siempre toman más alcohol que nosotras.