El último brindis (Imagen ilustrativa).
Los magistrados del Tribunal Supremo iraní condenaron a muerte a dos hombres por “consumo persistente de sustancias etílicas". Todo
está dispuesto para colgar por el pescuezo a los dos reincidentes
bebedores de cerveza, quienes ya habían recibido 160 latigazos cada uno.
Con anterioridad, los sentenciados, cuyos nombres
se desconocen, ya habían sido condenados a recibir 160 latigazos en sus
lomos, al ser detenidos en segunda ocasión por motivos etílicos.En Irán, gloria del chiismo, un acto de sodomía se castiga con la muerte, al igual que tres mamadas o el abandono del islam; igualmente, ingerir en tres ocasiones cualquier tipo de bebida alcohólica conduce directamente a la horca.
Seyed Hasan Shariati, capo del comando jurídico de la provincia de Khorosan Razavi, manifestó a la agencia ISNA, donde prestan sus servicios los voceros del régimen, que todo está dispuesto para colgar por el pescuezo a los dos reincidentes consumidores de cerveza. Y añadió: “Nosotros buscaremos, juzgaremos y sentenciaremos sin compasión a quienes violen la ley”.
La República Islámica de Irán es un país de enormes contrastes y gran pintoresquismo, puesto que permite a un pedófilo contraer matrimonio con cuatro niñas de nueve años, pero sanciona con la pena de muerte a quien es sorprendido en tres ocasiones degustando un buen tintorro, un mojito o la salutífera y tradicional Agua del Carmen.