En sus declaraciones, Antonio reconoce haberla amenazado y violado desde que era bebé.
"La mente es una basura", dice Antonio Cisneros, un argentino que abusó sexualmente de su hija, Romina Balaguer, durante 18 años.
Hoy, a sus 35 años, ella se niega a usar el apellido de quienes le dieron la vida y acude a un centro de apoyo para tranquilizar el daño psicológico que le causaron.Romina logró que su padre confesara frente a una cámara la tortura emocional y física que le propinó. En sus declaraciones, Antonio reconoce haberla amenazado y violado desde que era bebé.
Las confesiones transcurren mientras el responsable come tranquilamente en un restaurante de la localidad de Olavarría, Argentina.
Según la chica, su propia madre contribuyó al abuso al quedarse callada y su hermanastro la golpeaba y se masturbaba en su presencia.
Romina se intentó suicidar en siete ocasiones y estuvo internada en un psiquiátrico. Actualmente está casada y su marido la apoya en su lucha por la justicia, pues las autoridades argentinas se negaron a encarcelar a su progenitor. La pareja no puede tener hijos debido a la medicación de la joven.
"Lamentable ninguno irá preso porque la justicia de éste país no existe", describe Romina.
De acuerdo con Hugo Marietan, médico psiquiatra, estamos ante un psicópata, pues estos creen que todos somos perversos, sólo que ellos practican la prevención y los demás no se animan.
"Dice, por ejemplo, 'la mente' (la de todos), en lugar de decir 'mi mente es una basura'. Con eso se justifica tranquilamente, mientras come".
Con información de Capital.
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