martes, 15 de noviembre de 2016

Un residente de Boiro, en A Coruña, se topó con su rostro impreso en una cajetilla


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Un residente de Boiro, en A Coruña, se topó con su rostro impreso en una cajetilla de la marca de tabaco que suele consumir. Bajo el mensaje preventivo de ‘fumar provoca embolias e invalidez’, el hombre vio una fotografía suya tomada sin permiso en la que aparece conectado a una máquina de respiración asistida en una cama de hospital. “Tuvo que ser tomada mientras me operaba por última vez de la espalda”, ha contado el afectado a La Voz de Galicia.
De aquella “complicada” intervención en el Hospital Clínico de Santiago de Compostela, que supuso la colocación de varias prótesis de titanio, hace ya tres años. La foto fue sacada mientras se encontraba en el preoperatorio, “el único momento” en el que fue intubado, según asegura al periódico. “La persona que sale en la foto soy yo”, concluye categórico.

El boirense acudió el 12 de julio al cuartel de la Guardia Civil para denunciar el uso de su imagen sin consentimiento, un día después de reparar en el parecido razonable del paciente que figuraba en la cajetilla y luego de que varios vecinos le parasen por la la calle identificándolo con el hombre de la cajetilla. “No puede ser semejante atropello”, confiesa el hombre, que también vio su rostro en envoltorios de todos los formatos de la marca de tabaco.
El afectado asegura que la foto fue sacada en el hospital mientras se encontraba en el preoperatorio, “único momento” en el que fue intubado
El sistema de salud gallego (Sergas), respondió a La Voz de Galicia que desconocía la denuncia presentada por el afectado e investigará lo sucedido. Antes de tomar las medidas pertinentes, el servicio sanitario previene que “debe demostrarse que la imagen que está reproducida en las cajetillas de tabaco pertenece al paciente que se operó en aquel momento en el hospital Clínico de Santiago”. Las fuentes consultadas por el medio advierten de que “ningún trabajador puede tomar las fotografías sin autorización, y mucho menos si la finalidad que tiene es difundirla, ya sea pagando o no, a una empresa para que haga uso de ella”.

No es el primer caso

El propio medio gallego recuerda un incidente similar con una residente de Barcelona, que denunció a la Comisión Europea, organismo encargado de proponer las imágenes para las advertencias sanitarias de los paquetes, por ver el rostro de su difunto marido intubado a causa de un cáncer. La fotografía había sido tomada en un hospital de la ciudad condal.
A principios de este año, también en Barcelona, una mujer reconoció a su padre en una cajetilla. La familia del hombre emprendió una batalla legal contra la Unión Europea tiempo después, después de que circulasen más de 9.000 millones de paquetes con el rostro del difundo. Los denunciantes reclaman una indemnización que supera los 27 millones de euros por el daño causado, según publica La Vanguardia.

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