Manuel Díaz salía victorioso de los juzgados el pasado mes de abril con el reconocimiento legal que le acreditaba como hijo del mítico torero de Palma de El Río. "Tengo una padre de humo pero mis hijos tienen un abuelo de verdad", decía a las puertas de los tribunales con algo de emoción y una sonrisa en los labios. Pero a su padre, El Cordobés, Manuel Benítez, lo que le preocupaba era otra cuestión.
Manuel Benítez, que cumplió 80 años en mayo, no estaba abrumado ni porque se hubiera reconocido su paternidad de Manuel ni por la herencia: lo que pasaba es que estaba enamorado, tal y como publicó Informalia en exclusiva.
Cuando acabábamos de conocer el resultado de las pruebas de paternidad que se han practicado tanto a Manuel Benítez El Cordobés como a su hijo Manuel Díaz, toda la historia dio un giro sorprendente: una persona muy cercana a la familia el torero nos aseguraba que la separación de Manuel Benítez de su esposa Martina Fraysse, con la que llevaba casado 50 años, no se debió tanto a temas económicos como a la posible relación del veterano torero de 80 años con una joven cordobesa de 30.
"Manolo siempre ha sido indomable. Eso de que Martina lo manejaba todo no es tan cierto", aseguraba esta fuente a Informalia. "Es un hombre encantador cuando quiere pero tremendo, independiente. Siempre ha hecho lo que ha querido", asegura la persona que nos informa. "Pero esta vez, es muy fuerte el tema", explican desde el entorno de la familia.
En su día, el diestro salió al paso de las informaciones sobre su separación de Martina Fraysse a través de un comunicado, publicado en Diario de Córdoba, en el que desmentía haber blindado su herencia, al tiempo que aseguraba que es "plenamente consciente" de que "todo hijo tiene derecho a una participación en la herencia de sus padres".
"Comparto con mi esposa nuestro patrimonio, como cualquier matrimonio con una vida en común de cerca de 50 años. Se confunde la titularidad de un patrimonio con las personas que lo gestionan, en un intento de tergiversar la verdad. He liderado y sigo liderando las decisiones empresariales de la familia y así lo comparten todos sus integrantes", decía.
Tras la batalla judicial por la paternidad que negaba su hijo Manuel Benítez, ahora vive otra lucha: la que libra Benítez contra sus hijos 'legítimos' y su mujer, con la que estuvo medio siglo casado, para sacar adelante su nueva locura, que no es ponerse de rodillas delante de un toro, sino de una señora que le tiene loco y que, según dicen, ronda los 30.
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