¿Os acordáis de aquella semana de junio de 2014, cuando por unos días creímos que estaba a punto de declararse la III República? Horas después de que el Rey Campechano anunciara su decisión de despejar su mollera de la real corona, y de cedérsela a su hijo Felipe, los detractores de la monarquía ondearon la bandera tricolor de la Segunda República en numerosos puntos del país para expresar su deseo de que este adiós no sea solo el de Juan Carlos. Ingenuos.
Ahora bien, a la hora de pensar en una España republicana, habría que plantearse una serie de cuestiones de vital importancia, entre las que se cuenta la que aquí formulamos: ¿quién podría alzarse como presidente de una hipotética Tercera República?
Seguro que tenéis algún buen candidato, pero a nosotros solo se nos ocurren los peores…
Miguel Ángel Revilla
¿Cuál es su principal baza? Es simpático, la gente le tiene cariño, desde los 18 no pisa un puticlub y sería el perfecto sustituto de Juan Carlos porque a campechano no le gana nadie. Además, no tendría coche oficial – que en sus visitas a Madrid siempre iba en taxi – y toda España disfrutaría de las anchoas del Cantábrico por Real Decreto.
¿Qué podría frustar sus apiraciones? Si se convirtiese en el primer presidente de la Tercera República, el tradicional mensaje de Navidad se vería sustituido por una programación especial de quince días: Revilla sería capaz de dar un discurso que comenzara en Nochebuena y acabase el día de Reyes sin problema alguno. Y si el de Juan Carlos nos parecía aburrido, el de Revilla podría ser, literalmente, mortal.
José María Aznar
¿Cuál es su principal baza? Bueno…. Más vale malo conocido que bueno por conocer, ¿no? Además, no vamos a encontrar a ningún otro con su excelente forma física o que juegue tan bien al pádel.
¿Qué podría frustar sus apiraciones? Lo de siempre, tratándose de Aznar. Miraría hacia Estados Unidos y ya ni se acordaría de nosotros, rellenaría la casilla “lo mío pa mi saco” en la declaración de Hacienda… Además, ese disfraz de El Cid puede tener un significado que no nos gusta un pelo. Si Rodrigo Díaz de Vivar reconquistaba territorios peninsulares para entregárselos a un rey, ¿quién nos dice que Aznar no querría emular a su héroe entregándole España a un Borbón?
Anasagasti y su ensaimada capilar, azotes de la Monarquía
Iñaki Anasagasti
¿Cuál es su principal baza? Político desde finales de los años 70, la carrera republicana de Anasagasti es indudable. Si alguien ha luchado por manchar la imagen de Juan Carlos durante todos estos años, ese ha sido el vasco del pelo ensaimada, a base de llamarlo vago y corrupto (aunque luego un pobre elefante lograra con una sola foto más que el actual senador en casi cuarenta años).
¿Qué podría frustar sus apiraciones? Sería chocante que el presidente de la República fuera un nacionalista vasco, pero si él es capaz de conciliar ambas cosas, perfecto. Lo que no estamos dispuestos a soportar es la constante pelea entre el presidente y Arturo Pérez-Reverte. Antes emigramos. Y por favor, Anasagasti, para las fotos de campaña electoral haz algo con ese peinado que intenta cubrir – sin conseguirlo – una alopecia galopante.
Felipe de Borbón
¿Cuál es su principal baza? Si sería el rey más preparado, ¿por qué no iba a ser el presidente de la República más preparado? Felipe lleva demasiado tiempo formándose como para descartarlo a la ligera, de un día para otro, por el mero hecho de cambiar de sistema político. Además, Letizia se llevaría una alegría siendo toda una primera dama republicana.
¿Qué podría frustar sus apiraciones? Su pasado, claro. La carrera electoral de Felipe estaría condenada al fracaso. Los monárquicos nunca le perdonarían que cambiara de bando y los republicanos nunca se terminarían de fiar de él. Ni un voto.
Alfonso Guerra
¿Cuál es su principal baza? Batallar desde los años 60 en las filas socialistas tiene mérito, desde luego. Pero lo que más nos gusta de este posible presidente es que, si sus mítines siempre lograban arrancar las risas de los asistentes, creemos firmemente que Guerra lograría lo que Juan Carlos nunca consiguió: que la gente escuchase con atención sus discursos y mensajes navideños.
¿Qué podría frustar sus apiraciones? Si el patio socialista anda revuelto últimamente buscando un cambio generacional, Guerra no representaría precisamente la renovación de un país. Pero lo compensaría con su experiencia. Eso sí, aquel escándalo de corrupción y tráfico de influencias en el que estaba involucrado su hermano podría poner rápidamente punto y final a su lucha por el poder republicano.
En la carrera por la presidencia te puedes encontrar de todo: hasta un comunista rezando
Julio Anguita
¿Cuál es su principal baza? Es crítico con los suyos, lleva recorrido más que cualquier político de esta lista, sabe lo que significa el término “laico”, y con esa barba quedaría perfecto en los sellos y en las monedas de un euro que pronto abandonará Juan Carlos. De hecho, este última es, sin duda, la mayor de las bazas de Anguita.
Esperanza Aguirre
¿Cuál es su principal baza? Presidenta de la Comunidad de Madrid, presidenta del Senado y ministra de Educación con Aznar, Esperanza Aguirre es, sin lugar a dudas, un animal político, que convertiría en un continuo ‘show’ su labor como presidenta de la República.
¿Qué podría frustar sus apiraciones? Su reciente encontronazo con los agentes de movilidad madrileños puede ser todo un lastre. Eso de un político republicano perseguido por las autoridades solo se le permite a Silvio Berlusconi, que es un gambitero, y ya ni siquiera a él…
Savater celebra el advenimiento de la Tercera brindando con agua mineral
Fernando Savater
¿Cuál es su principal baza? Savater sería la cabeza visible de una Tercera República sofocrática, un gobierno de sabios encabezado por los principales intelectuales del país, que nos conducirían con paso firme hacia el conocimiento y la excelencia nacional.
¿Qué podría frustar sus apiraciones? El gobierno de los sabios tiene un pequeño problema: la realidad. En cuanto las ideas de intelectuales como Savater se topasen con el mundo real, se iría todo al traste. Más aún si hablamos de España, ese país en el que mientras en televisión se hablaba de la abdicación de Juan Carlos, algunos se lamentaban de que no se emitiese el programa ‘Mujeres y hombres y viceversa’.
Mario Conde
¿Cuál es su principal baza? Conde tiene experiencia gestionando partidos políticos – aunque sin mucho éxito -, así que no debería tener mayor problema en adaptarse a la vida de presidente de la República. Además, estamos seguros de que sabría encontrar financiación para el país y acabaría con la deuda española. Aunque, claro, mejor no preguntarle de dónde ha sacado el dinero. Ojos que no ven…
¿Qué podría frustar sus apiraciones? Para la candidatura de Mario Conde, aquella historia del caso Banesto no supondría un gran problema. Eso de la apropiación indebida no es algo nuevo en el panorama político español. Lo que nos parece imperdonable es que Conde fuera amigo del rey, y no queremos que nos la juegue y lo coloque de ministro o algo peor… Si nos ponemos republicanos, nos ponemos republicanos. El reingreso en el talego pone la cosa algo más cuesta arriba, eso sí.
A Merkel, las cosas como son, España se la trae bastante floja.
Angela Merkel
¿Cuál es su principal baza? Es la candidata que mejor representa la continuidad. En la práctica, lleva años ejerciendo la soberanía efectiva. Su eslogan debería ser: “Si total ya…”. Así se haría oficial lo que ya es un secreto a voces: aquí manda su germánica persona. Al menos como presidenta de la República lo haría con la aprobación de los ciudadanos españoles.
¿Qué podría frustar sus apiraciones? Este Imperio Hispano-Germánico de segunda generación probablemente no iría muy lejos. Merkel saldría mal parada en casi todas las encuestas – excepción hecha del periódico de Marhuenda – por culpa de la austeridad y de todas las decisiones tomadas desde su atalaya centroeuropea.
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Con información de Periodista Digital, Público, El Mundo, esRadio, ABC, El País y Diariocritico.com.
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