Las últimas elecciones no solo se han llevado por delante al bipartidismo, también han liquidado al sentido común y al del ridículo. El mejor ejemplo, el de Pedro Sánchez el Guapo, que no puede gobernar, pero quiere; es más, se impone a sí mismo como única solución y reduce el problema a un simple axioma: “O el Coletas me regala sus 5.200.000 votos sin hacer preguntas o será culpable de haber matado a Manolete”. Y lo mismo vale para IU, las mareas, Compromís...… Es lo que hay.
En el debate, Mariano, Garzón, Iglesias y otros sacaron la tiza y le hicieron la cuenta en la pizarra, pero él erre que erre, que no y que no. Los votos de Podemos. ¡Me los den, coño! O me los dan o gobierna Mariano, o Maduro, o Putin, o la ETA o Mahmud Ahmadineyad, o el Duende Verde, o cualquier canalla menos quien lo merece: yo, Pedro Sánchez el Guapo con ayuda de Albert el Limpio. Y mira al tendido de la izquierda con pose teatral: “España está en vuestras manos, pensadlo bien antes de hundirla”, sin saber que la izquierda los ve a los dos con pavor, como a las gemelas de “El Resplandor” en el pasillo del hotel Overlook.
A ver, Pedro, Lisa o Louise Burns, entiéndelo, es como si yo ahora mismo te llamo y te digo: “O me das 50.000 euros sin hacer preguntas o serás responsable de que el banco me quite el piso”. ¿Lo captas? Sería un atraco, no una propuesta. Exiges el patrimonio ajeno con desplante y chulería, como si fuera tuyo, y no, ya no, Pedro; por guapo que seas, no, la izquierda entera te lo está diciendo. Se acabó el tiempo de las mayorías exclusivas y abusivas, si quieres gobernar tendrás que compartir. A igualdad de votos, igualdad de proyectos programáticos e igualdad de ministerios. Nadie te va a dar un cheque el blanco y menos yendo de la mano de Albert el Limpio, que se niega a condenar el franquismo y concurrió a las Europeas con los ultras de Libertas.
Como votante de Podemos solo espero que la gente a quien voté no os regale nada ni a ti ni a tu socio. Compartir por el bien común, lo que sea preciso; regalaros, ni una gota de poder. Si Podemos os entregara mi voto, lo perdería para siempre. Y ahora Albert y tú diréis que voté irresponsablemente, al populismo, por encima de mis posibilidades, sin pensar en los mercados ni en la prima de riesgo ni en la Comisión Europea, y sí, es verdad, eso hice, voté pensando en España, en el futuro de los españoles y en el de mi familia, y si se repiten las elecciones pienso volver a hacerlo.
A ver, Pedro, Lisa o Louise Burns, entiéndelo, es como si yo ahora mismo te llamo y te digo: “O me das 50.000 euros sin hacer preguntas o serás responsable de que el banco me quite el piso”. ¿Lo captas? Sería un atraco, no una propuesta. Exiges el patrimonio ajeno con desplante y chulería, como si fuera tuyo, y no, ya no, Pedro; por guapo que seas, no, la izquierda entera te lo está diciendo. Se acabó el tiempo de las mayorías exclusivas y abusivas, si quieres gobernar tendrás que compartir. A igualdad de votos, igualdad de proyectos programáticos e igualdad de ministerios. Nadie te va a dar un cheque el blanco y menos yendo de la mano de Albert el Limpio, que se niega a condenar el franquismo y concurrió a las Europeas con los ultras de Libertas.
Como votante de Podemos solo espero que la gente a quien voté no os regale nada ni a ti ni a tu socio. Compartir por el bien común, lo que sea preciso; regalaros, ni una gota de poder. Si Podemos os entregara mi voto, lo perdería para siempre. Y ahora Albert y tú diréis que voté irresponsablemente, al populismo, por encima de mis posibilidades, sin pensar en los mercados ni en la prima de riesgo ni en la Comisión Europea, y sí, es verdad, eso hice, voté pensando en España, en el futuro de los españoles y en el de mi familia, y si se repiten las elecciones pienso volver a hacerlo.
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