Ekaterina Bachurina, una niña rusa de 11 años, estuvo desaparecida durante 48 horas luego de que su padre la apostara en un partida de cartas, donde ofreció a la niña a uno de sus compañeros.
El ganador de la apuesta se dirigió a la escuela de la pequeña, la secuestró y la llevó a un hotel. Sin embargo, exámenes médicos comprobaron que no sufrió agresión sexual ni lesiones físicas.
Cuando lograron dar con la niña, el agresor aseguró que se trataba de una deuda que tenía con su padre, por lo que las autoridades detuvieron también al progenitor.
Por su parte, Olga Pogarskaya, la madre, declaró que su exmarido no pudo haber sido capaz de semejante acto.
"No creo que pudiera hacer esto. Es su padre. La quiere mucho. Se ven con mucha frecuencia”, aseguró.
Huffington Post
Cuando lograron dar con la niña, el agresor aseguró que se trataba de una deuda que tenía con su padre, por lo que las autoridades detuvieron también al progenitor.
Por su parte, Olga Pogarskaya, la madre, declaró que su exmarido no pudo haber sido capaz de semejante acto.
"No creo que pudiera hacer esto. Es su padre. La quiere mucho. Se ven con mucha frecuencia”, aseguró.
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