Arun sufre la discriminación de sus vecinos.Un joven indio quiere operarse porque esa deformidad no sólo le trae problemas para movilizarse sino también provoca los insultos de la gente, que le dicen que es el diablo
Arun Rajput, de 20 años de edad, vive en una remota aldea en Farrukhabad (India). “La gente se ríe de mí. Dicen que soy un demonio”.
“Aquí nadie me respeta porque me ven diferente”. “Pero yo quiero ser como uno de ellos. Quiero trabajar como los demás hombres”, comentó Rajput.
El hombre quiere operarse y cumplir su sueño de trabajar de profesor. Las piernas adicionales de Rajput hacen que no se pueda sentar correctamente y el simple hecho de caminar se ha convertido en algo incómodo, ya que las extremidades están "muertas".
Muchos vecinos aseguran que Arun, debido a su defecto, está maldito. “La gente lo insulta. Me duele mucho cuando lo llaman diablo. Él es un niño bueno”.
“Él es muy trabajador y quiere vivir una vida tranquila. Espero que se pueda operar y vivir como cualquiera de nosotros”, asegura la madre del joven indio.
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