jueves, 5 de noviembre de 2015

PRIMER ...MUNDO INHUMANO



Cuotas de refugiados, pateras que el mar se bebe, son flores arrojadas a la frescura de la espuma de las olas: nos atrofiamos. Miles de niños que no pueden comer, enfermedades duras como una biga de hierro, que pesan mucho menos que algunas pisadas de los que pasan mirando el atardecer.
Duele lo simples que sois, coleccionistas de billetes que llueven sobres sus miserables mentes podridas.
PRIMER ...MUNDO INHUMANO que les importa la salud de la tierra como a mi que perezcan en un banquete de ratas, luces laterales, anónimos desterrados de los sinónimos que desconocen.
Huele a viejo, a putrefacto.
Yo no veré Leningrado, ni conozco la hora del último suspiro, y sin embargo sé, que si existe en mí el odio, es al dolor.
El dolor te retuerce, te empequeñece, te anula, te difumina: odio ver el dolor.
Y me sangra la vista cuando veo a los cerdos apoyandose en la manada para no destacar, para no dar el cante.
Me pregunto como son capaces de seguir de mirar sin ver, de robar sin pensar, de vivir escondidos detrá s de la mierda.
Alcohólicos con carnet, reunidos en el lujoso bar del gobierno, prohiben los recursos naturales para mitigar ese dolor enfermizo que nos retuerce la espalda, que nos produce un cáncer, que nos infecta con olores inmundos.
...Y la solución, está en nuestros campos, crece en nuestras tierras: las flores del mal.
UNA RONDITA?

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