En la ciudad chilena de Valparaiso, un hombre de 40 años sació sus más bajos instintos con el curioso objeto aunque después de un rato de placer debió ir al hospital para que se lo extraigan del miembro.
Un hombre de 40 años llegó a la urgencia al Hospital de La Ligua, en Chile, con el pantalón medio bajo, el miembro viril cubierto con una chaqueta.
¿Qué fue lo que pasó? Según narra el Diario El Observador de Chile, el individuo de la Región de Valparaíso habría fantaseado con un robot sexual de última generación, pero dado sus recursos limitados sólo pudo conseguir una tuerca de 45 milímetros de diámetro que, gracias a su gran imaginación, se transformó en la mujer de sus sueños. Lo cierto es que hubo problemas de lubricación.
El drama vino cuando el pene se hinchó y comenzó a ponerse morado porque no podía salir del anillo de metal. El dolor dio paso a la preocupación que superó la vergüenza y partió en busca de ayuda.
En la urgencia del Hospital San Agustín de La Ligua no tenían la tecnología para liberar a Willy, derivaron al hombre al vecino Hospital San Martín de Quillota.
En el recinto reconocieron el hecho y se negaron a entregar más información por la ley que protege la privacidad de los pacientes, pero supimos que lo vio un doctor en la urgencia, quien llamó a un especialista que luego le salvó la vida al hombre y a su miembro.
Una vez terminado el procedimiento, el hombre quedó hospitalizado en observación sin mayores secuelas físicas.
En tanto, el urólogo de la Universidad de Chile, Mauricio Salas, no se sorprendió por el caso, ya que según su experiencia no sería tan raro.
“La gente busca obtener placer masturbándose de diferentes maneras autoeróticas, y obstruir el pene da placer. Usan anillos, argollas, pero lamentablemente el pene se erecta, se hincha, se produce un edema y después no se pueden sacar el objeto, porque el pene cambia de diámetro debido a la retención de sangre”, le dijo Salas al Diario La Cuarta.
¿Qué fue lo que pasó? Según narra el Diario El Observador de Chile, el individuo de la Región de Valparaíso habría fantaseado con un robot sexual de última generación, pero dado sus recursos limitados sólo pudo conseguir una tuerca de 45 milímetros de diámetro que, gracias a su gran imaginación, se transformó en la mujer de sus sueños. Lo cierto es que hubo problemas de lubricación.
El drama vino cuando el pene se hinchó y comenzó a ponerse morado porque no podía salir del anillo de metal. El dolor dio paso a la preocupación que superó la vergüenza y partió en busca de ayuda.
En la urgencia del Hospital San Agustín de La Ligua no tenían la tecnología para liberar a Willy, derivaron al hombre al vecino Hospital San Martín de Quillota.
En el recinto reconocieron el hecho y se negaron a entregar más información por la ley que protege la privacidad de los pacientes, pero supimos que lo vio un doctor en la urgencia, quien llamó a un especialista que luego le salvó la vida al hombre y a su miembro.
Una vez terminado el procedimiento, el hombre quedó hospitalizado en observación sin mayores secuelas físicas.
En tanto, el urólogo de la Universidad de Chile, Mauricio Salas, no se sorprendió por el caso, ya que según su experiencia no sería tan raro.
“La gente busca obtener placer masturbándose de diferentes maneras autoeróticas, y obstruir el pene da placer. Usan anillos, argollas, pero lamentablemente el pene se erecta, se hincha, se produce un edema y después no se pueden sacar el objeto, porque el pene cambia de diámetro debido a la retención de sangre”, le dijo Salas al Diario La Cuarta.
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